
Hoy, cuadrándose con la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino, la Dirección del Trabajo resolvió a través de un documento oficial las diferencias de interpretación que habían existido entre las jugadoras y la ANFP sobre la forma de implementar la ley de profesionalización.
Hoy 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, la Dirección del Trabajo (DT) en Chile se pronunció sobre el conflicto que mantienen las jugadoras de fútbol profesional y la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP). Esto, a raíz de la ley promulgada hace unos meses en el que se reconocía como trabajadoras a las jugadoras de fútbol femenino. La ley, que obligaba la contratación de las jugadoras profesionales y además una gradualidad temporal sobre cuándo cumplir con la totalidad de los contratos, fue fuertemente criticada por la ANFP y sus clubes, los que incluso perdieron procesos judiciales, como fue el caso de la demanda que llevó a los tribunales de justicia a Everton de Viña del Mar.
Ahora, fue la DT la que se pronunció sobre la ley y su aplicación, dirimiendo algunos puntos que estaban en disputa y la ANFP mantenía como bandera de lucha. La gradualidad que mencionaba la ley, explicitaba que los planteles deberían tener un 50% de jugadoras contratadas en 2023. Los clubes sostenían que esto significaba que cualquier momento de 2023 aplicaba, por lo que podrían haberse realizado los contratos a final de temporada.
No obstante, lo que indica el dictamen es que “el primer año calendario inicia el 1 de enero de 2023, por tanto, a esta fecha se hace exigible para las entidades deportivas la obligación de mantener contratadas al cincuenta por ciento del plantel de jugadoras”. Es decir, los clubes que no tenían desde el 1 de enero al 50% de sus jugadoras contratadas, estaban rompiendo la ley.
Otro punto en el que la ANFP se había posicionado para transgredir el espíritu de la ley tenía que ver con el significado de ese 50%. Dado que los planteles tienen un número variable de jugadoras, la ANFP buscaba reducir el significado de gradualidad en su mayor medida -en la práctica, al mínimo de jugadoras que componen un plantel según las bases del campeonato-. No obstante, en su numeral 2, el dictamen indica que el 50% es un número variable y que depende de la cantidad de jugadoras habilitadas para disputar sus campeonatos respectivos. Las bases del campeonato femenino 2022 indicaban que un plantel estaría conformado por entre 18 y 30 jugadoras, por lo que dependiendo de la cantidad de jugadoras inscritas y habilitadas, se calculará el porcentaje respectivo.
Sobre este punto, además, la Dirección del Trabajo indica que se refiere a jugadoras habilitadas, “aunque el plantel de jugadoras esté conformado por deportistas de categorías adultas y juveniles”. De esta manera, si el club decide jugar con futbolistas de las divisiones juveniles, estas pasarán a ser consideradas trabajadoras dentro de los cálculos respectivos relativos a la gradualidad.
Es importante destacar que los números anteriores corresponden a las bases del campeonato 2022. Las bases de 2023 todavía no se han aprobado y deben ser votadas por el consejo de presidentes de la ANFP. Según ha trascendido, se estaría discutiendo reducir la duración del campeonato de primera división del fútbol femenino a seis meses, entre marzo y septiembre. Esto no solo es una notable diferencia con respecto a lo que ocurre en el fútbol masculino (enero a diciembre), sino que no cuadraría con las fechas de la Copa Libertadores femenina, la que se disputa usualmente entre octubre y noviembre de cada año. El único motivo de este cambio sería reducir la cantidad de meses que las jugadoras deben estar recibiendo un sueldo, forzándolas a conseguir otros trabajos por seis meses y, por tanto, obligándolas de facto, en el sentido estricto de la palabra, a no ser profesionales.
Esta posición de la ANFP, no obstante, no es unánime entre sus miembros. El Club Universidad de Chile, de hecho, emitió un comunicado en el que exigen un campeonato que dure todo el año. “Nosotras somos futbolistas todo el año”, se menciona allí.
Jugadoras organizadas
Bajo el lema #JugadorasTodoElAño, las futbolistas chilenas a través de la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino (ANJUFF) se organizaron para levantar las alertas sobre la posibilidad de un campeonato nacional de corta duración. Las razones entregadas por la ANFP para un campeonato corto tienen que ver con las competencias internacionales de fin de año, como Copa Libertadores y Panamericanos Santiago 2023. Sin embargo, el campeonato masculino no vio afectadas sus fechas, a pesar que los eventos son los mismos.
Catalina Quezada, directora de ANJUFF, señaló que “necesitamos urgente un campeonato que nos entregue, primero, estabilidad laboral y, segundo, nos proteja en términos de calidad deportiva. Un campeonato corto pone en riesgo estos factores. Las actividades deportivas de este año, como los los Juegos Panamericanos, no son una razón para que nuestro campeonato, a diferencia del masculino, dure entre 5 y 6 meses”.
Repercusiones que se han sentido también en el parlamento. La diputada Marisela Santibañez (PC), integrante de la comisión de Deporte y Recreación, indicó que “como comisión, y habiendo tramitado este proyecto, debemos hacer la fiscalización de manera urgente. Los plazos son claros, la interpretación (de los clubes) sobre los contratos y plazos no es más que una traba en el avance en el fútbol femenino”. En la misma línea, la diputada independiente Erika Olivera señaló qué “las excusas sobran y han sobrado siempre. La pregunta que yo me hago es qué les molesta tanto o cuál es el problema que tienen con mejorar las condiciones a las mujeres. Cuando viene la ANFP (a la comisión), nos dice que está todo perfecto y avanzando, pero nos damos cuenta de que no es así”.