Valeria Lucca, la jugadora que dio vuelta partidos

En noviembre de 2022 fue la última vez que Valeria Lucca, capitana de Audax Italiano, entró a la cancha como futbolista profesional. Una carrera de más de 15 años a la que se suma el fútbol amateur en un equipo a estas alturas legendario, Canallas FC; y hacerse cargo de la rama femenina de Audax Italiano cuando el club intentó cerrarla. Una vida que no se explica sin el fútbol de por medio.

Por María Torres.

Valeria Lucca comenzó a jugar fútbol en su adolescencia, en tercero o cuarto medio. Lo que hoy podría parecer inusual, en esos años -alrededor del 2000- era la regla para las mujeres jóvenes que soñaban con el fútbol. “Hoy le hago clases a niñas de prebásica”, explica. Sin embargo, ese haber comenzado “tarde” no impidió que Lucca se transformara en una de las mayores referentes del fútbol chileno. Este año, una vez terminado el campeonato nacional, colgó los botines. 

Fueron 15 años en Audax Italiano y por lo menos otra década jugando en ligas no profesionales, tiempo en el que decenas de futbolistas -profesionales y amateur- no solo vieron la pasión que sentía Valeria por el fútbol, sino que también se vieron influenciadas por esa pasión. Así lo cree María Angélica, quien compartió cancha con Lucca: “Transmite algo que es difícil de explicar. No es de muchas palabras, no te da ese discurso motivador que te hace llorar, pero te demuestra con actos que está comprometida al 100 y que te necesita a ti para lograr los objetivos del equipo. Entiende el fútbol como un deporte donde cada jugadora es igual de importante y te lo hace sentir”.

Pero eso no se agota ahí. Valeria está presente prácticamente en todas las actividades relacionadas al fútbol. Es capitana, dirigenta y entrenadora. Y quienes la conocen, coinciden en que su gusto por el fútbol no es comparable con el de nadie; tiene en su casa una alfombra con temática futbolera y, según dicen, una toalla de playa . “La Vale nunca ha postergado nada; el fútbol es su primera, segunda y tercera prioridad”, aclara Macarena Carné, quien conoció a Valeria durante la época universitaria y fueron compañeras de equipo en ligas de futbolito. “En la cancha, la Vale pelea la pelota hasta con los dientes, y es así en todo”, acota.

A pesar de su retiro como jugadora de Audax Italiano, Valeria está muy lejos de dejar el fútbol. Quizá es algo que nunca pase. “La Val fuera del fútbol es igual, una gran amiga. Es leal, apasionada y muy comprometida. Cuando la necesitas, ahí está, si es que no tiene partido, claro”, dice riendo María Angélica. “Aunque sabes que si te juntas con ella vas a hablar de fútbol. El fútbol es su vida; yo amo el fútbol, pero ella está en otro nivel”.

Preparando el partido

Que come, respira, vive y pelea fútbol dicen quienes la conocen. Valería nació en 1983 en Buenos Aires y llegó a Chile con nueve años. No recuerda con claridad sus inicios en este deporte. Su papá, Mario Bruno Lucca, argentino y ex defensor central de Unión Española y Deportes Temuco, fue quien la llevó por primera vez a una cancha cuando era muy pequeña. “El asunto es que yo no solo quería acompañar, yo quería participar”. Así, Valería entraba al campo de juego con lápiz y una libreta, dibujaba una cancha, hombres de palitos y le explicaba al cuerpo técnico cómo tenían que parar a los jugadores durante el partido.

Publicación de Valeria Lucca en Instagram sobre su padre.

Siempre quiso el fútbol, tanto que nunca fue necesario que su familia motivara el juego. “Mi papá no es el típico futbolista que quería que su hija o hijo también lo fuera. Yo quería ser como él. Mi mamá es futbolera y me apoyó siempre, pero nunca me incentivaron el fútbol porque no era necesario. Yo era enferma por el fútbol”. 

A pesar de su especial interés y compromiso por este deporte, no ha sido un camino sencillo. Durante sus años escolares tuvo algunas oportunidades de jugar a la pelota con sus compañeros -si es que éstos se lo permitían-, sin embargo, Valeria no tiene recuerdos felices de esa época; que una niña quisiera participar de este deporte era mal visto y sus profesores se lo hacían saber. 

Capitana canalla

Ya como adolescente -en tercero o cuarto medio-, Valeria entró a jugar fútbol al Stadio Italiano. Allí conoció a otras mujeres jóvenes a las que les gustaba jugar a la pelota y formaron un equipo que marcó la vida de todas las que participaron ahí: Canallas FC. “Salimos campeonas como 40 veces”, recuerda Valeria.

María Angélica conoció a Lucca en el colegio. A pesar de que no existía una rama femenina, siempre compartieron el gustó por el fútbol. Sin embargo, fue por el año 2001 cuando Valeria la invitó a jugar en el Stadio Italiano para después fundar Canallas FC. “La Val siempre estuvo a la cabeza de este grupo de mujeres que en ese tiempo iba contra la corriente”. En ese grupo fundador también estaba Macarena Carné.

Camila García, ex jugadora de Audax Italiano, de Universidad de Chile y actual directora de la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino (ANJUFF), ingresó a Canallas FC cuando el equipo ya llevaba alrededor de cinco años jugando. García fue invitada a probarse en 2007 por una amiga que ya jugaba ahí. “¿A probarme? Yo me consideraba buena, entonces dije ‘qué onda que me tengo que ir a probar, que son cuáticas’”, recuerda Camila. Y ahí conoció a Valeria, quien ya era capitana del equipo.

Cuando Camila ingresó, Canallas FC ya era un equipo afiatado y con un sistema de juego claro. “En mi mundo, las mujeres no jugaban a la pelota y me encontré con esta comunidad. Como siempre jugué con hombres, mi forma de jugar era muy individualista: me llegaba la pelota, hacía todo y metía el gol. Y en Canallas me dijeron ‘comadre, acá no. Tenís que aprender a jugar a la pelota y vas a aprender con nosotras’”.

Partido de Canallas FC. Foto: El Desconcierto.cl

Hay algo en lo que están de acuerdo todas las mujeres que fueron parte de Canallas FC y que aportaron para la redacción de este texto: estar en el equipo era una locura. “Jugábamos cuatro o cinco días a la semana”, recuerda Macarena. “La Valeria estaba tan loca que un año en que estábamos jugando la liga de Viña del Mar, nos dijo ‘oye, pero ¿si nos metemos también a la liga de Maitencillo y ganamos las dos?’”, cuenta Carné. Camila García comparte los mismos recuerdos: “En el verano se jugaban ligas más cortas, pero muchas. Y la Vale nos decía ‘bueno, vamos a jugar la liga de Santiago, Santo Domingo, Viña, y los playoffs son al mismo tiempo, pero da igual, ahí lo resolvemos’. Y nos pasó que llegábamos a las finales de ligas distintas y los partidos se jugaban el mismo día. La Vale nos organizaba y dividíamos el equipo para estar en todas las finales y las ganábamos”.

No existe un consenso de cuántas finales ganó Canallas FC. Perdieron la cuenta. Aunque un texto publicado por Javiera Court, exjugadora del equipo y coautora del documental “Históricas”, cuenta que fueron “más de 40 estrellas en distintos torneos: futsal, baby, futbolito 7×7; 8×8, futbol playa y hasta fútbol 11”. Las canallas viajaron juntas a Brasil, Uruguay y Argentina. Sin embargo, el equipo se disolvió de forma orgánica: algunas de las jugadoras comenzaron a jugar en clubes -y por cambios en las bases del campeonato nacional, no podían jugar en ligas-, otras tuvieron familias y otras priorizaron distintas responsabilidades.

“En Canallas todas éramos un poco pitiás, pero sin duda era la Vale la que dirigía la orquesta”, dice García, quien fue aceptada en el equipo luego de seis meses de prueba.

Capitana de Audax

En 2008, Valeria y Camila eran de las pocas jugadoras de Canallas FC que no jugaban en un club. Varias estaban en Provincial Osorno, equipo que en ese tiempo era entrenado por quien es hoy ministra del Deporte en Chile, Alexandra Benado. Si bien se probaron, desistieron porque sintieron que “no había mucha entrada. Eran un equipo que ya estaba armado”. Y juntas se fueron a probar a Audax Italiano, que recién estaba abriendo su rama femenina. 

“En Audax era todo lo opuesto a Provincial Osorno. Ellas jugaban en Las Condes, en una cancha relativamente buena. Audax todavía no tenía el estadio; nos probamos en el gimnasio de La Florida, con goteras, baldes, y ahí los profes nos dijeron que nos quedáramos. Lo hicimos por eso mismo, porque estaba partiendo algo nuevo”, recuerda Camila. 

Lucca durante un partido de Audax Italiano en el campeonato 2022.

Si bien Valeria no recuerda en particular su primer partido como jugadora de Audax Italiano, sí tiene varios recuerdos de esa primera temporada. “Yo era horrible (ríe). Jugaba de defensa y solo la tiraba para fuera. No era de buscar un pase, ni buscar a la delantera. No tenía una noción de fútbol, ni pasar por la espalda, ni amplitud, ni nada; era solo evitar que el otro equipo llegara al área”. 

Con el tiempo, Valeria fue aprendiendo más técnica y desarrollando un estilo que reconoce también en aquellos futbolistas que admira: el inglés John Terry y el argentino Juan Pablo Sorín. “Son aguerridos, buenos en defensa, son una muralla, son brutos, rústicos”. ¿Es ese tu estilo? “Sí, absolutamente. No muy técnica y más de ir al choque y fuerte”.

Estuvo 15 años en Audax Italiano; casi en todos fue capitana. “Puedes ir perdiendo un partido seis a cero, pero si la Vale te dice que es posible darlo vuelta, tú le crees. Esa es su convicción”, recuerda una ex compañera de equipo.

Juntas podemos más

Futbolista, dirigenta y capitana. Valeria también es profesora de educación física y entrenadora de fútbol. Por los múltiples roles que ha cumplido a lo largo de su vida ligada a este deporte, Lucca ha dejado una marca en un sinnúmero de niñas y jóvenes. Ese es el caso de Paz Careaga, quien conoció a Valeria como su profesora de educación física en un liceo de Colina. “La profe apenas entró, empezó a formar un equipo de fútbol femenino”, recuerda.

Lo que partió en una cancha pequeña, sin indumentaria suficiente, se transformó en un equipo que ganaba ligas e incluso salió campeón de la Copa Coca-Cola en 2015, competencia cuya final se juega en el Estadio Nacional. Según recuerda María Paz, jugaron ese campeonato durante 20 semanas seguidas y en la final el cansancio les empezó a pasar la cuenta. Al término del primer tiempo, el equipo que entrenaba Valeria iba perdiendo. “En el descanso, la profe nos dio de esos empujes que da ella. Nos dijo que juntas podíamos más”. Y pudieron. Dieron vuelta el partido y se coronaron campeonas. 

Final de la Copa Coca Cola. Foto enviada por Paz Careaga.

Hoy, María Paz está por titularse de profesora de educación física, carrera que eligió justamente por el impacto que Valeria tuvo en ella. 

“Cuando decidí estudiar para ser entrenadora, que fue después de la experiencia de la Copa Coca-Cola de 2015, fue 100% para entregar más herramientas a las niñas y jóvenes con quienes trabajo. Después lo pensé para cuando dejara de ser jugadora”, cuenta Valeria. Y reflexiona: “el fútbol formativo es la base del desarrollo del fútbol femenino. Hay clubes que se acuerdan solo del primer equipo y la verdad es que es en las más chicas en las que hay que invertir”.

Quienes han sido entrenadas por Lucca, la describen como una entrenadora que es jugada, aperrada y que “es la primera en creer en nosotras”.

Dolor e historia

El cierre de la rama femenina de Audax Italiano en enero de 2016 es uno de los momentos más dolorosos de la carrera de Valeria Lucca. “Fuimos parte del crecimiento de la rama. De que no existiera un equipo pasamos a tener uno, con cuerpo técnico, un lugar para entrenar, un arraigo territorial y de la nada lo cortaron”, recuerda Camila García, quien se había retirado de Audax poco antes del cierre de la rama. “A mí, sin estar dentro, me dolió muchísimo, no lo podía entender. Fue una sensación de mucha frustración, injusticia, falta de empatía, de no entender lo que habíamos formado y lo que significaba para la comunidad”, explica. 

Según recuerda Valeria, llegó diciembre de ese año y las dirigencias la citaron a una reunión. “No sabíamos que iba a pasar. Fue tan de la nada que no pudimos ni prepararnos”, cuenta. “Fue triste porque nos dijeron que todo llegaba hasta ahí, que no volviéramos”. 

Pero Valeria no se fue. 

De ese dolor, y decidida a dar vuelta el partido, nació una nueva convicción: el equipo no se acababa ahí. Junto a otra jugadora, Valesca Silva, fundaron TconA, la primera organización deportiva creada por jugadoras, cuyo objetivo inicial fue tomar las riendas del equipo femenino dentro del contexto de la tercerización del fútbol femenino en Chile. Audax Italiano les prestó el nombre para que ellas pudieran seguir compitiendo en el torneo nacional. “La fundación de TconA habla del amor inconmensurable al fútbol que tiene la Vale”, dice García. “Cree tanto en esto que hace lo que hay que hacer”, acota. Macarena concuerda con Camila: “que la Vale se haya metido en el mismo club para sacar el equipo adelante habla de una persona que nunca se da por vencida”.

Y sin duda marcará un hito importante en la historia del fútbol femenino chileno. Así también lo cree Carolina Cabello, socióloga e historiadora del fútbol femenino: “Valeria Lucca es y seguirá siendo una referente por su liderazgo para salir adelante con su club a pesar de todos los obstáculos que imprime el futbol de mercado. Con su resiliencia logró dar vuelta el resultado y convertir un gol organizándose a través de TconA. Es un ícono de Audax Italiano, sin duda marcó la historia del conjunto audino y las futuras generaciones conocerán cómo esta capitana mojó la camiseta”.

Cambio de época

El retiro de Valeria no ha sido sencillo. “Me hubiera gustado tener un logro deportivo importante con Audax, como haber llegado a una final, pero siento que estuve en otra época, había que hacer otras cosas que eran mucho más importantes”. Y a pesar de que hace ya algunos años venía diciendo “un año más, este año sí podemos”, este 2022 dio por fin el paso. Y no se fue con las manos vacías, pues además de ser homenajeada en su último partido, Lucca fue reconocida con el Premio Trayectoria de los Premios FutFem 2022, única ceremonia de premios en Chile que es exclusiva del fútbol femenino.

Valeria luego de recibir su premio.

Los medios de comunicación la han descrito innumerables veces como “ícono”, “histórica” y “referente del fútbol femenino”. Aunque ella reconoce que le parece extraño que le den esos adjetivos y dice no sentirse así, explica que lo hecho por la rama femenina de su club lo hizo porque “había que hacerlo. Fue tomar la bandera y seguir”. Sin embargo, sus cercanas tienen una visión diferente. “Para mí, la Val sí es un icono por el tiempo de su vida que le ha dedicado al fútbol. No solo a jugarlo, sino que también a pelear por los derechos y el trato justo”, dice María Angélica. “Es una referente porque no solo es una jugadora, es capitana eterna dentro y fuera de la cancha. Y por supuesto histórica: son casi 40 años dedicados al fútbol, y ahora recién decide dar un paso al costado”, concluye.

Y a pesar de entender lo importante de su rol en su club, Valeria mira con nostalgia la época en que empezó a jugar. “Me encantaría tener 20 años de nuevo y las oportunidades de hoy. Siempre digo que somos la generación de la transición del fútbol femenino, a la que le tocó pasarlo mal, aunque yo siempre he disfrutado del fútbol. Jamás pensé en un contrato, no era posible. Elegíamos estar ahí y éramos felices representando al club. Si tuviera 20 años, con la calidad y cantidad de entrenamientos de hoy, estaría pensando sí o sí en proyectar mi carrera fuera del país. Habría empezado más chica también. Pero bueno, nos tocó la parte de abrir caminos”. 

“Yo creo que Valeria Lucca está en la fisura del cambio de época que está marcada por el proceso de profesionalización”, analiza Cabello. “El impacto que va a tener nos va a recordar siempre lo que ocurrió en esta y en la época más oscura del fútbol femenino, cuando estaba Sergio Jadue y los clubes estaban cerrando sus ramas femeninas. Va a ser un ejemplo de cómo las mujeres vencieron las adversidades que pone el fútbol masculinizado, algo que hemos hecho desde principios del siglo XX. El caso de Valeria Lucca puede ser emblemático para visibilizar aquello”. 

Si bien fueron numerosos los titulares que anunciaron su retiro, Valeria no se detiene. “Nunca va colgar realmente sus botines”, dice una exestudiante. “La Vale siempre quiere más”, comenta un excompañera de equipo. Y al parecer es real. Cuando anunció su retiro, escribió al chat de WhatsApp que reúne a las ex jugadoras de Canallas FC para dar la noticia. El mensaje que envió inmediatamente después fue: “listo, retomemos Canallas”.

El homenaje en el último partido de Valeria Lucca en Audax Italiano.

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