
La parlamentaria del partido comunista presidió por dos años la comisión de deporte del periodo legislativo que acaba de finalizar. En esta entrevista, la hincha de Colo-Colo hace un balance del periodo, la relación de apoyo con Érika Olivera y adelanta la aprobación de la iniciativa que obliga a las Sociedades Anónimas Deportivas Profesionales a contratar a sus jugadoras de fútbol.
Por María Torres.
“Yo soy nieta de don Luis Santibáñez, que no es el entrenador, pero sí un fanático del fútbol. Yo no crecí con las historias de la Bella Durmiente ni la Cenicienta, sino que con historias de toquis y caciques, el cacique más grande que es Colo-Colo”, dice Marisela Santibáñez, diputada del Partido Comunista por el distrito 14. “No tengo explicación alguna: nací con esto, y en mi casa se nace y muere colocolino”.
La diputada, quien trabajó por muchos años en el medio radial y televisivo chileno, ayer asumió un nuevo periodo como parlamentaria, el segundo. Pocos días antes, en una videollamada, conversamos sobre su trabajo legislativo, en el que el deporte fue central: durante dos años fue presidenta de la Comisión de Deportes de la Cámara de Diputadas y Diputados. Curioso, pues en la Cámara las presidencias suelen durar solo un año. “Cuando renuncié, no me aceptaron la renuncia”, recuerda sonriendo. Sin embargo, según explica, luego de haber cumplido su segundo periodo decidió junto a su equipo ceder la presidencia a la otra mujer que había en la comisión, Érika Olivera (Independiente RN). “Somos totalmente contrarias en pensamiento político, pero hicimos un tremendo trabajo. Juntas arengamos todos los proyectos que estaban en discusión y uno de los que me dejó muy conforme, y que seguimos empujando en el Senado, es la contratación de mujeres en el fútbol”, detalla.
¿Cómo evalúa el trabajo de la comisión en este periodo legislativo que se cierra?
Tengo una muy buena evaluación, sobre todo cuando escuchas que antes en la Comisión de Cultura y de Deporte, quienes tenían las presidencias tenían que salir a buscar diputados para tener quórum. Un excelente aporte fue el hoy electo senador Sebastián Keitel (Evópoli), quien también es contrario a mi pensamiento… estoy puro nombrando a gente de derecha (ríe), pero es que en el deporte hay una transversalidad que no se da en otros espacios, hay un interés en común en avanzar. Sí haré la crítica contundente al Frente Amplio, quienes tenían un cupo para presidir la comisión, que tomó en el primer año el diputado Florcita Alarcón (ex Partido Humanista) y lo dejó botado. Cuando uno deja un espacio, tiene que buscar un parlamentario que lo tomé, sino parece que esa bancada no tiene interés por el deporte. Ahí está la parte negativa, pero positivas hay muchas más.
A pesar de eso, la comisión logró avanzar, ¿no?
Sí, despachamos una cantidad importante de proyectos, tres del ejecutivo y hoy día también estamos abarcando polémicas sobre asuntos que no están transparentados como lo son las platas que se gastan desde el Instituto Nacional de Deportes (IND) o del Mindep. Siempre los recortes presupuestarios son al deporte y la cultura y queremos saber dónde está esa plata. En esa misma línea, una de las cosas más importantes fue la fiscalización. La cantidad de denuncias que recibimos tanto de las y los trabajadores del ministerio y del IND hacia la ministra o a la directora del instituto… que ella haya pedido permiso de vacaciones sin goce de sueldo para ser candidata a diputada nos parece un descriterio tremendo, sobre todo cuando estás en medio de una crisis por supuestas irregularidades.
En este periodo fueron abordados y aprobados varios proyectos que van por la igualdad de género, ¿alguno que destaque en particular?
El protocolo contra el acoso y abuso sexual en la actividad deportiva. La cantidad de denuncias de deportistas, de niñas, niños… no creo que la gente lo imagine. Una cree que la relación de un entrenador con un o una deportista es casi como la de un profesor, pero no es necesariamente así. Conocimos una realidad que conmovió a varios. Érika Olivera conocía el tema perfectamente. ¿Y por qué teníamos que hacer un protocolo si supuestamente esto ya era considerado delito? Porque no hay una relación laboral entre un entrenador y un o una deportista, no hay un contrato estipulado, es algo que estaba en el aire.
También hubo temas relacionados con la ANFP…
Sí, toda esta cuestión de la ANFP como una entidad privada. Logramos hacerla abierta para que se pudiera fiscalizar. Las y los parlamentarios tenemos atribuciones fiscalizadoras, pero no en entidades privadas, lo que hace de todo esto algo notable porque son muchísimos años de hermetismo de cómo funciona la ANFP y que el presidente sea el mismo de la Federación… nos parece que hay intereses creados, cosas que no son transparentes y preferimos el camino de transparentar, de decirle a la gente cómo es la cosa. Otro proyecto que me gustaría destacar es la lucha por los gimnasios que fue encabezada por Sebastián Keitel. Había una cantidad importantísima de quiebras. Escuchar los testimonios fue algo brutal.
Mirando ahora hacia adelante, ¿cuáles son las urgencias para el periodo que viene?
Las proyecciones no dejan de ser las mismas: avanzar en los derechos de las y los deportistas. Si tú te fijas, siempre hay un muy bajo presupuesto para el deporte, pero después nos queremos jactar cuando se levantan las medallas. Nos sacamos fotos, pero cuando quieren entrenar, ¿dónde está el apoyo? Hemos sabido que hay deportistas que tienen pymes, están vendiendo completos o haciendo rifas para comprar pasajes e incluso pagar el entrenador. Eso no habla bien de una política deportiva y en ese sentido, voy a tener los ojos bien bien puestos, y no lo digo de manera desafiante, en quién va a encabezar el Ministerio del Deporte, de quién conozco su currículum, que fue futbolista destacada. Ahí hay también ciertas polémicas sobre la ministra que hay que saber tomarlas porque mi trabajo legislativo es con las bases y la Asociación Nacional de Funcionarios de Chiledeportes (Anfuchid) siempre va a tener mi apoyo. Yo no me voy a perder en eso.
Jugadora, arquera y Christiane Endler


A la diputada no solo le gusta el fútbol, sino que también es buena jugadora. Afición que comparte con la ex candidata presidencial Yasna Provoste, a quien le regaló zapatos de fútbol. “De toda mi familia ninguno fue bueno para la pelota, pero yo era muy buena, hice cinco goles una vez en un partido” recuerda.
Usted presentó numerosas mociones para avanzar en el deporte, ¿cuál quisiera recordar en particular?
Presenté un proyecto muy entretenido para mí que se llamaba “Fútbol para todas y todos”. Yo voy al estadio desde que tengo como tres años. En esos tiempos, cuando ibas, había una previa al partido principal en la que jugaban, por ejemplo, los equipos infantiles. Los niños se presentaban ante un estadio que estaba lleno… se me erizaron los pelos con solo acordarme. Para ellos era una experiencia de vida que no la iban a obtener en ningún otro aspecto, ver a quienes pueden ser tus futuros héroes. Además, era algo que potenciaba la identidad de los clubes, el coraje de los niños, era un momento formativo. Eso rescataba el proyecto, que se hiciera una previa en la que todos los equipos tuvieran que presentar un partido antes. No ha avanzado todavía, pero Colo-Colo quiso hacerlo voluntariamente, lo que me hace pensar que no está lejos de lo que la gente quiere en realidad.
Hacia el final de periodo legislativo avanzó al senado el proyecto de ley que obligaría a las sociedades anónimas deportivas a contratar a las jugadoras.
Sí, logró avanzar. Los proyectos de deportes en el Senado se ven en educación, imaginate todo lo que hay en esa materia, ¿en qué momento metes en la tabla un proyecto de deporte? Con la diputada Érika Olivera empujamos, molestamos, llamamos hasta que nos cansamos, enviamos cartas… y lo logramos. Lo cierto es que, en estricto rigor, no necesitábamos una ley porque un contrato de trabajo se puede dar sin ser firmado, se entiende que hay un compromiso laboral porque te presentas, hay un horario, cumples objetivos. Sin embargo, no hay ese criterio desde el club o de la sociedad anónima de decir “bueno, aquí yo tengo una persona que me cumple y la tengo que contratar”. Tuvimos que forzar eso para regularlo y créeme que siento orgullo y también desilusión porque ahí te das cuenta una vez más de que se trata a las mujeres y hombres de forma distinta. Ser mujer también es un peso, una mujer que se está dedicando al deporte no tiene nunca el mismo apoyo que un hombre.
Entonces, ¿se aprueba o no se aprueba el proyecto y cuándo?
Sí, se aprueba y mucho antes de que termine el mes de abril. Hay que seguir el trámite porque la ANFP empezó a mandar cartas y tengo clarísimo que les complica la situación. Lo que pasa es que la Conmebol te exige que si tú tienes un equipo profesional, tienes que tener un equipo de mujeres. Imagínate lo patriarcal que es todo simplemente porque no quieren gastar en la contratación de mujeres. Por ejemplo, un club más chico que diga “yo no tengo la capacidad para contratar” no podrá participar de los campeonatos de la Conmebol. De todas formas, creemos que no va a ser así. El fútbol femenino dio una lección: cuando se creyó que a nadie le interesaba, ellas llenaron estadios; cuando se creyó que no era conveniente económicamente transmitirlo por televisión, marcaron todos los puntos de rating. Y ahora me voy a poner la mano en el corazón y los toperoles para seguir luchando por el fútbol femenino.
Porque también ha jugado fútbol por muchos años.
Sí, yo lo práctico desde que soy muy chica y hoy tengo 46 años. Lo cuento como anécdota, pero la Tiane Endler fue mi banca cuando yo era arquera, ¡tengo la foto que lo acredita! En ese tiempo yo era actriz, trabajaba en televisión junto a Pamela Díaz y nos metimos en un equipo de fútbol femenino. Siempre tratamos de ir aportando al fútbol femenino. Hoy, como legisladora, un escenario bastante más favorable, vamos a trabajar en lo esencial, las políticas públicas a efectos del apoyo a las mujeres.
Antes de cerrar la entrevista, la diputada Santibáñez recuerda a su tío Ramón, menor que su padre. “Él era de la barra juvenil. Íbamos al estadio. Recuerdo mucho las banderas gigantes movíendose en el cielo”.
¿Y cómo partió todo?
A mi mamá la operaron siendo yo muy chica. Y ella le dijo a mi papá: “saca a las niñitas a jugar, a algún lado” y él nos llevó al estadio. Fue una tontera porque no me sacaron de ahí nunca más. Durante el proceso de la muerte de mi hija, Colo-Colo fue… o sea, despedir a la Rafa con globos blancos y negros con toda la barra fue decir “esta es mi familia, yo acá vivo, acá respiro, acá descanso”. Estaba sin pega. En el momento más brutal de mi vida, mi mejor amigo fue Colo-Colo. Así que aguante el albo, aguante el fútbol, el coraje que yo tengo para enfrentar esta pega me la da el fútbol. Aguante las que luchan en el fútbol.
Muchas gracias por la información.
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