La mejor portera del mundo: ¿para quiénes es este triunfo?

Por Aline Richards Romero y Sofía González Miranda

El 17 de enero de 2022 quedará marcado en la historia del fútbol femenino chileno. Por primera vez, una futbolista chilena se consagró como la mejor del mundo. Hablamos de Christiane Endler, quien ganó el premio The Best de la FIFA como la mejor portera del mundo y la primera de Abya-Yala en obtener este galardón. Es conocida la exitosa carrera de Tiane en Chile, EE.UU y Europa. Sin lugar a dudas ha compartido experiencias con las y los mejores. Obtuvo la Copa Libertadores con Colo Colo Femenino el 2012 y luego partió a EE.UU., Inglaterra y España. Hoy se encuentra en uno de los mejores equipos de la liga francesa, el Olympique de Lyon, dispuesta a ganar la Champions League. Además de mostrar un gran nivel en la capitanía de la selección chilena de fútbol, posee varios títulos y anteriormente ya había sido nominada dos veces al premio The Best de la FIFA, obteniendo el segundo lugar.

Nuestras más profundas felicitaciones para ella en lo que realmente es un logro muy importante para las mujeres que creemos en impulsar la equidad dentro del fútbol femenino. Sin embargo, nos quedamos con una idea suya que nos permitió comenzar a reflexionar sobre un par de consideraciones no menores que ocurren en Chile: “La verdad es que es una emoción muy grande. Venir desde un país tan pequeño y tan poco desarrollado en el fútbol femenino, y llegar hasta aquí y ganar este premio es para mí un honor”. Christiane nos está hablando de trabajo, de sacrificio, pero ¿sacrificio de quienés? ¿De qué formas?

El mismo día en que se dio a conocer la noticia de que la mejor portera del mundo, según la FIFA, era Tiane, amigas, familiares, parejas y uno que otro jugador varón no dudó en exponer este hermoso logro en sus redes sociales. Sin embargo, se percibe un sesgo romántico del premio: una vez más estos logros, que son “sacrificios” para las mujeres que se dedican al fútbol, solo son percibidos como el sacrificio de estar en un nivel alto de competición. Lo que se invisibiliza es que el “sacrificio” no romántico tiene relación con tener que crecer y luchar contra los clubes deportivos chilenos que entregan poco o nada a sus jugadoras para que realmente logren ser las mejores. El “sacrificio” para cada jugadora que ha logrado desarrollar su carrera como futbolista es que no solo se ha tenido que enfrentar a jugar a la pelota, sino que a tener que trabajar, estudiar, maternar, realizar labores de cuidados al mismo tiempo. Esto se suma a la constante lucha con las Sociedades Anónimas Deportivas Profesionales y sus dirigentes que ejercen violencia misógina y patriarcal a diversas jugadoras sin ofrecer las condiciones mínimas para desarrollarse de una manera efectiva y digna deportivamente. Nos referimos con esto a todas las condiciones, desde equipamiento, kinesiólogos, especialistas y uso de canchas adecuadas, hasta los contratos de trabajo.

Nos parece absolutamente irrisorio e incluso violento leer y escuchar a clubes deportivos femeninos de Chile felicitar a Tiane por su maravilloso logro cuando al mismo tiempo tienen en una absoluta precarización laboral a sus ramas femeninas de fútbol. Así lo ha dejado entrever la cruda realidad que demostró el estudio Radiografía del fútbol femenino en Chile. Allí se constata que el 83% de las jugadoras no recibe remuneración alguna mientras que el 43% de la muestra juega fútbol y estudia al mismo tiempo, el 27,9% juega fútbol y trabaja al mismo tiempo. Un 18,5% de las participantes reportaron que juegan fútbol, estudian y trabajan a la vez, y únicamente el 10% se dedica solo a jugar fútbol. Otro dato no menor tiene relación con las jugadoras de fútbol que tienen contrato laboral, quienes solamente participan en la Primera División, y que son un 8,2% del total. El 16,3% tiene un acuerdo escrito con el club (sin contrato) y un 11,7% tiene un acuerdo verbal con el club. En  Primera B, en tanto, el 11,9% tiene un acuerdo escrito con el club (sin contrato) y un 29,2% tiene un acuerdo verbal con el club. En ambos grupos, más de la mitad de las jugadoras está inscrita únicamente en el campeonato ANFP.[1] Justamente estos datos impulsaron a la ANJUFF y algunas diputadas a elaborar un proyecto de ley que busca profesionalizar el fútbol femenino en Chile y que hoy espera ser discutido en el Senado.

No sólo se trata de igualdad, sino que existen una serie de temas asociados y se esperaría que también se analizara con una visión más crítica y profunda el premio de Christiane Endler porque, aunque nos hayan hecho creer esto, el fútbol no ha sido nunca un espacio sólo y puramente masculino. Algunas autoras y autores señalan que “en el caso del fútbol, aunque comenzó casi simultáneamente al juego masculino, desde el principio se vio que las mujeres que jugaban transgredieron a las normas de comportamiento respetable” (Elsey y Nadel, 2021: 33). Estamos acá, nuevamente, siendo históricas, no lo olviden.

La apropiación de este logro femenino por parte de periodistas, comentaristas deportivos y clubes de fútbol, que dicho sea de paso no han ayudado en nada a equiparar la cancha entre las condiciones del fútbol femenino y su símil masculino, es algo sumamente intolerable. Nosotras sabemos que han sido las mismas jugadoras y quienes vibramos con el fútbol jugado por mujeres, quienes hemos visto la posibilidad de generar espacios más “igualitarios”. Esto ha llevado a las jugadoras de diversos equipos a la comprensión de que se nos está abriendo un camino nunca antes visto en la historia del fútbol y ¡claro que es así!, pero no nos conformemos sólo con eso.

La irrupción femenina ha permitido la visibilización, el crecimiento y la exposición de un espacio que antes no era reconocido. Sin embargo, y tal como lo mencionamos antes, la máquina depredadora del sistema patriarcal y neoliberal ha hecho que nos confundamos, que en más de una ocasión perdamos el foco y convirtamos esta disciplina en una práctica más bien individual y competitiva, lo que es contrario a nuestra ética feminista. ¿La razón? Según Margarita Pisano, “la construcción y localización que han hecho de nosotras como género no es neutra, la masculinidad necesita de colaboradoras, mujeres/femeninas, funcionales a su cultura, sujetos secundarios que focalicen su energía y creatividad en función de la masculinidad y sus ideas” (2001: 19). Por lo tanto, no podemos solo conformarnos con que tenemos la mejor arquera del mundo, claro que no. Tenemos que entender que este discurso patriarcal que se ha masificado en los medios de comunicación y redes sociales sobrepone la individualidad y el concepto de «figura» por sobre las demandas colectivas que llevan haciendo las jugadoras desde hace tiempo..

La corporalidad de las mujeres se ha construido -como todo- desde lo binario y opuesto a lo masculino. Algunas veces pensamos que se construyó casi como la historia civilización vs. barbarie. En la corporalidad, la construcción radicó desde el punto de vista de la sensibilidad, de lo delicado, desde el hablar fino, despojándo(nos) de nuestro cuerpo porque era frágil. Por ende, solo poseíamos aprobación para habitar ciertos espacios y el deporte no era uno de ellos. Desde ahí el cuidado sobreprotector de nuestras abuelas, madres o hermanas y hermanos mayores. Ahora bien, sabemos que Endler posee un contexto sociocultural y económico muy distinto a otras jugadoras que habitan estos territorios, pero de igual manera no podemos desmerecer su desafío al sistema. Tal como lo mencionan Elsey y Nadel, “más allá del ámbito del deporte, las atletas latinoamericanas crearon nuevos ideales de tipo de cuerpos, desafiaron el monopolio que tenían los hombres sobre los recursos y formaron importantes comunidades” (2021: 34). Dichas comunidades se siguen formando y afianzando a medida de que más mujeres se sientan identificadas con las historias de las deportistas, quienes no solamente permiten visibilizar que hay más mujeres profesionalizándose, sino que también sirven de referentas para otras.

A pesar de creer en el excepcional valor y cualidades deportivas de Tiane Endler, nos gustaría soñar con que otras futbolistas nacidas en este territorio pudieran ser las mejores en un futuro. Pero siendo realistas, esta posibilidad se ve bastante lejana si es que nos basamos en las condiciones que hoy tienen las jugadoras chilenas de fútbol. Este texto es un llamado de atención, una crítica al status quo de las gerencias y administraciones del fútbol femenino, pues si no realizan cambios estructurales pronto, seguiremos viendo bien lejana la posibilidad de tener otra Tiane Endler.

Foto: cuenta de Instagram de Adidas.

Referencias

Esley, B. y Nadel, J. (2021). FUTBOLERA. Historia de la mujer y el deporte en América Latina. Ediciones UC. Santiago, Chile

Pisano, M. (2001). El triunfo de la masculinidad. Surada Ediciones. Chile.


[1]La primera radiografía del fútbol femenino” revisar en https://www.latercera.com/la-tercera-sabado/noticia/la-cruda-radiografia-al-futbol-femenino-el-83-de-las-jugadoras-no-recibe-remuneraciones/LHPOJV7NPJHG3ADBO44QH7MREQ/

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