
Nacional de Uruguay se quedó con el cuarto lugar de la Copa Libertadores luego de perder contra Ferroviária. Días antes había hecho noticia en todo el mundo luego de que, tras un gol del Corinthians en la semifinal, una jugadora realizara insultos racistas contra Adriana, la autora de aquel tanto.
Esa semifinal de la Copa Libertadores contra Club Nacional de Football de Uruguay la ganó Corinthians 8 a 0. Pero fue después del sexto gol en que una jugadora uruguaya insultó de forma racista a Adriana, autora de ese gol e histórica futbolista brasileña. Si bien Adriana después aseguró no haber escuchado el insulto, fue su compañera Vic Alburqueque quien sí lo hizo y reclamó a la jueza del partido, quien terminó consolando a la brasileña. El relevo en los reclamos fue tomado después por Grazielle quien, luego de convertir el definitivo 8-0, levantó su puño derecho. Y se levantaron todos, sin excepción. Los de las jugadoras en cancha, en la banca y del cuerpo técnico en un gesto de coraje, lucha y resistencia contra el racismo.
Luego del partido, todo el equipo se sacó una foto en el campo de juego con los puños en alto. La imagen fue compartida en las redes sociales oficiales del equipo femenino con el mensaje «Seremos resistência. #racismoNÃO». La cuenta oficial del Corinthians realizó una declaración pública solidarizando con Adriana y anunciando que el equipo femenino “contará con todo el respaldo legal necesario para la correcta investigación y el contundente castigo de este inaceptable acto”.

Otros clubes femeninos brasileños salieron a condenar los dichos racistas y mostrar apoyo a Adriana y al Timão, entre los que se encuentran Internacional de Porto Alegre y São Paulo, el que declaró que es “inadmisible que veamos casos de racismo, y no solo en el fútbol, todos los días”.
El equipo colombiano Deportivo Cali no solo se sumó a las manifestaciones contra el racismo, sino que hizo su propia denuncia.
Por su parte, Valeria Colman, capitana de Nacional, pidió disculpas “si alguna jugadora de Corinthians se sintió discriminada. No era la intención de ninguna de mis compañeras”, traspasando así la responsabilidad a las jugadoras brasileñas y no reconociendo el grave error de su compañera.
“Venimos a hacer historia”, dijo la capitana uruguaya. Ambos equipos lo hicieron a nivel latinoamericano: mientras Nacional llenó los portales de noticias por los insultos racistas, Corinthians los cubrió por sus puños en alto.
El recuerdo de Sócrates
Un vínculo que es casi imposible ignorar es la conexión de la protesta de las jugadoras con las manifestaciones llevadas a cabo por Sócrates, quien también fue jugador del Corinthians. Este tenía la costumbre de celebrar sus goles con el puño en alto, un gesto que simbolizaba la resistencia contra la dictadura brasileña. Sócrates, a través de este y otros gestos, y también de un movimiento revolucionario en el fútbol mundial, la Democracia Corinthiana, terminó convirtiéndose en ícono de la politización y la protesta al interior de los campos de juego en Latinoamérica.

