
Si bien es cierto que el Comité Olímpico Internacional permitió a las y los atletas realizar expresiones de tipo político, solidario o social previo a sus competencias, no sucede lo mismo durante las premiaciones en los podios. La estadounidense Raven Saunders, por ejemplo, fue amenazada con multas por su hacer con sus brazos un gesto de X (“la intersección donde todas las personas oprimidas se encuentran”, según explicó) tras recibir la medalla de plata en lanzamiento de bala. Por esta y otras razones, las noticias sobre manifestaciones políticas durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 dieron la vuelta al mundo.
Contra la hipersexualización
Se hizo viral casi de forma instantánea: por primera vez en los Juegos Olímpicos, un equipo femenino de gimnasia decidió ocupar trajes de cuerpo entero en vez del conocido maillot. Si bien es algo que está permitido por la Federación Internacional de Gimnasia, el equipo alemán debió explicar su posición. Elisabeth Seitz, gimnasta olímpica, indicó que “se trata de lo que resulta cómodo (…) cada mujer debe decidir qué ropa llevar». Sin embargo, Seitz acotó que, “eso no significa que no queramos seguir usando el maillot normal. Es una decisión que se toma día a día, en función de cómo nos sintamos y de lo que queramos».

La isla sobre el ring
Los cuartos de final de boxeo en la categoría de 81 a 91 kilogramos, enfrentó al cubano campeón olímpico Julio César La Cruz y a Emmanuel Reyes, púgil también nacido en la isla, pero nacionalizado español. Luego de haber resultado vencedor, La Cruz gritó “¡Patria y vida, no! ¡Patria o muerte, venceremos!».
“Patria y vida” es un lema que fue usado durante las protestas de Cuba que tomaron lugar durante julio de este año y hace referencia a la consigna “patria o muerte” usada por el gobierno cubano. Reyes se había mostrado a favor de las manifestaciones contra el gobierno cubano y declaró que le gustaría «ser el primero en gritar Patria y Vida en los Juegos Olímpicos», prometiendo también antes del combate que le iba a arrancar la cabeza a La Cruz.
Manifestación contra compañero de equipo
El equipo de esgrima de Estados Unidos se manifestó en contra de la participación de uno de sus compañeros, Alen Hadzic, en los Juegos Olímpicos. Hadzic fue acusado por tres mujeres por conducta sexual inapropiada entre los años 2013 y 2015. Si bien el deportista negó las acusaciones, sus compañeros de equipo vistieron máscaras rosadas para demostrar su disgusto y apoyar a las víctimas de agresión sexual. Parte de las medidas que tomó la federación de esgrima estadounidense ante estas acusaciones fueron relacionadas al aislamiento: debió viajar por su cuenta y quedarse en Tokio fuera de la villa olímpica. Había sido también suspendido, pero esta medida se revocó tras una apelación exitosa del mismo deportista a fines de junio.

Apoyo a Palestina
Que no se ensuciaría las manos. Eso dijo Fethi Nourine, judoca argelino, cuando supo que existía la posibilidad de competir contra Tohar Butbul, deportista israelí. Luego de que el sorteo de la competencia abriera la posibilidad, Naurine indicó que “trabajamos mucho para llegar a los Juegos Olímpicos, pero la causa palestina es más grande que todo esto”.
Por su parte, la Federación Internacional de Judo (FIJ) suspendió al argelino y a su entrenador, y deberán enfrentarse ante una comisión disciplinaria de la FIJ. En su comunicado oficial, la federeación indicó que “tiene una política estrícta de no discriminación, promoviendo la solidaridad como principio clave, reforzada por los valores del judo”. No parecen ser discriminatorias o siquiera un atenuante, a ojos de la FIJ, las acciones que Israel está realizando en Palestina.
No fue la única polémica de Israel en los juegos. Avishag Semberg, medallista de bronce en judo femenino, regresó inmediatamente a Cisjordania tras su logro. ¿La razón? Ella es soldado activa israelí y su ejército se encuentra en Alon, un asentamiento ilegal israelí en Cisjordania Ocupada.
Al respecto, recomendamos la noticia «Juegos Olímpicos de Tokio: Medallista regresa al servicio militar israelí reavivando debate sobre “atletas soldados”, publicada por la comunidad palestina en Chile.
Fútbol femenino contra el racismo
Previo al partido entre Gran Bretaña y Chile, las jugadoras de fútbol se pusieron de rodillas para protestar en contra del racismo. El gesto, que se empezó a popularizar a partir de la National Football League (Liga de Fútbol Americano en español) en el 2016, comenzó con las jugadoras británicas, fue seguido por las chilenas y fue repetido por las jugadoras de Estados Unidos y Suecia en el partido siguiente.
“Estamos en un escenario mundial. Con la atención de la prensa mundial y todo el mundo mirando”, destacó la reconocida jugadora estadounidense de fútbol y activista por los derechos de la comunidad LGBTIQ+, Megan Rapinoe. “Es una oportunidad para seguir capitalizando nuestras voces y usar nuestras plataformas para hablar sobre las cosas que nos afectan a todos íntimamente en diversas formas”, concluyó.
Maternidades prohibidas
Las mujeres tienen barreras de entrada para toda actividad social, incluido el deporte. A pesar de que en algún momento se sugirió que las atletas iban a poder viajar con sus hijos o hijas lactantes a los Juegos Olímpicos, eso jamás se concretó. La capitana del equipo de natación, Onda Carbonell, fue una de las mujeres que fue afectada por las reglas establecidas por el Comité Olímpico Internacional (COI) e hizo su denuncia en redes sociales a través de un video que se hizo viral.
Según Carbonell dijo al diario El País, “la maternidad es todavía uno de los handicaps (desventajas) que tiene la mujer en el deporte. Quedarse embarazada no es una lesión. Hablé con otras deportistas, con mi amiga Teresa Perales [también nadadora], por ejemplo; se quedó sin ingresos, sin nada, no tenía ni un carril para nadar, nadie confiaba en ella. Me di cuenta de que eso de la conciliación en el deporte no existe”.
Contra la ocupación estadounidense
El nadador de Myanmar Win Htet Oo se negó a representar a su país en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, pese a haberse preparado por años para la competencia. ¿Por qué? El 1 de febrero de este año tuvo lugar el golpe militar que derrocó al gobierno democráticamente elegido de Myanmarpara que tomara el poder del país una junta militar. Htet Oo declaró que no representaría nunca a la junta militar en una competencia internacional.
Además, el nadador de 27 años criticó al COI por aceptar que una delegación que representa a un gobierno militar participe de la competencia. ¿Qué respondió el comité? Que tanto los juegos olímpicos como el comité siguen una política de neutralidad acorde a los valores de los JJ.OO, y esta correría riesgo en caso de cualquier pronunciamiento al respecto.
Sin momento de silencio por Hiroshima
A pesar de la petición del gobierno local de Hiroshima, el Comité Olímpico Internacional decidió no solicitar a las y los atletas hacer un momento de silencio en el aniversario número 76 del bombardeo atómico por parte de Estados Unidos a Japón. El ataque arrasó toda el área dentro de un radio de 1,5 kilómetros y el número de muertes pasó de 80 mil personas de forma inmediata a 140 mil hacia finales de 1945.
El alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, era uno de los propulsores de la idea y, a través de una carta formal al COI, indicó que el acto de silencio permitiría a los y las atletas y al personal de los Juegos Olímpicos “tocar las realidades de lo que sucedió en Hiroshima».