
Duilio de Lapeyra se presentará como candidato independiente con cupo Evópoli a constituyente por el distrito 9. Sus banderas de lucha son la inclusión, el emprendimiento y el deporte. En la siguiente entrevista, habla sobre cómo estas causas se relacionan con su vida, su relación con el partido que le cedió un cupo, el rol de las empresas y la colaboración entre el Estado y entidades con fines de lucro.
Duilio de Lapeyra, ingeniero comercial, se encuentra hoy definiendo sus actividades de cierre de campaña para Convencional Constituyente. Han sido arduos meses de trabajo que verán sus frutos en la elección de los días 15 y 16 de mayo, en los que se presenta como candidato independiente con cupo del partido Evópoli. Con el distrito 9 (que comprende a las comunas de Cerro Navia, Conchalí, Huechuraba, Independencia, Lo Prado, Quinta Normal, Recoleta y Renca) lo une su educación (pasó por el Internado Nacional Barros Arana), el emprendimiento (“el 70% de personas de este distrito son micro, pequeños o medianos emprendedores”, explica) y la conexión con el deporte: dos de sus ídolos deportivos, Érika Olivera y Sebastián Keitel, son diputados por este distrito.
Su relación con el deporte partió desde muy niño, impulsado por su madre, quien era una corredora por salud y recreación, no por competitividad. Y al terminar sus estudios universitarios, entró al mundo de las largas distancias. Allí tuvo importantes logros, como el culminar el Ultra-Trail du Mont-Blanc, pero, explica, prefiere quedarse con las distintas causas sociales que impulsó a través del deporte, como haber corrido, junto a Jorge Rebolledo, 1000 kilómetros entre Santiago y Puerto Varas tras el terremoto del 27 de febrero para recaudar fondos. “Sentimos que nuestra medalla fue haber llevado una ayuda a algunas personas”, cuenta.
Y, posteriormente, vino el accidente en un evento de Teletón en el año 2012 en el que fue atropellado y casi pierde la vida. Fue dado por muerto por el equipo médico y resultó siendo el único sobreviviente de las cuatro personas que fueron embestidas en ese impacto.
¿Crees que se puede rescatar algo del accidente que tuviste?
Digámosle delito, porque la persona iba ebria, no fue un accidente. Pero esta situación hizo despertar en mí y mi entorno muchos cambios, formas distintas de ver la vida. En ningún caso eres un renacido ni un gurú por vivir este tipo de situaciones, pero siento que si ese accidente no hubiera existido, yo no hubiera podido ver ciertas cosas como las veo hoy. Todo esto es más allá de la muerte de mis tres amigos esa noche. A mí me dieron por muerto, pero sobreviví y eso me trajo muchos aprendizajes en mis distintos roles. Fui presidente de la Asech (Asociación de Emprendedores de Chile) y hoy soy candidato a constituyente. No sé si todo eso hubiera ocurrido, pero sin duda el accidente lo impulsó. Y he podido comprender que hay cosas mucho más simples porque creo que, ante este tipo de eventos, tenemos dos opciones u oportunidades: quedarnos enfocados en lo trágico que fue, o bien tomar el aprendizaje para que no vuelva a ocurrir o al menos tener una transformación en la forma de ver las cosas y enmendar ciertos caminos que uno venía recorriendo.
¿Qué significa para ti el deporte?
El deporte es, para mí, fundamental. El movimiento es salud y desde un principio, siempre fue necesario el movimiento y deporte para subsistir. La salud es un punto muy relevante: mantenernos sanos, con pesos adecuados, con niveles musculares adecuados para las labores que realizamos. Necesitamos llegar en buenas condiciones para la tercera y cuarta edad para poder disfrutarla con movilidad. Y también es fundamental en el ámbito educativo y, conectado con el ámbito profesional, relacionado al aprendizaje requerido para alcanzar resultados. Porque, para obtener resultados deportivos no basta con pagar, es necesario entrenar y todos deben realizarlo sin importar su condición. Es muy democrático en ese sentido. Entonces, invita a realizar un proceso planificado, de calidad y ejecutarlo en consecuencia. Y eso es extrapolable a cualquier otro aspecto de la vida. Entonces, el deporte, tanto en educación como en el trabajo, entrega herramientas de planificación, de ejecución, de calidad y enseña a desarrollar la voluntad. También es importante considerar el deporte de elite, el deporte profesional. Vemos cómo nuestros deportistas son grandes embajadores a nivel internacional. Muchos extranjeros conocen a Chile por sus deportistas internacionales y su actividad y logros.
¿Y cómo se impulsa al deporte de elite?
Se requieren varias medidas. Una es el apoyo económico no solo a los medallistas, sino que a quienes puedan serlo. También la descentralización de los centros de alto rendimiento a nivel nacional. Esto tiene que estar en primera prioridad para que podamos no solamente practicar los deportes que han llevado arriba a Chile, sino que muchos otros que también podrían serlo. Y hay ahí que empezar a cambiar la cultura de todos los chilenos: aumentar las horas en los establecimientos educacionales para que haya una cultura deportiva, siempre respetando a quien no quiera practicarlos, pero promoviendo estas actividades para que toda persona pueda practicar el deporte que quiera practicar y no solo el que pueda, pues hay una tremenda diferencia en el acceso causada por brechas económicas.
¿Crees que el deporte debería estar incluido en la Constitución?
Sí, absolutamente. Tiene que estar, como lo han hecho países como Alemania, México, Grecia, España. Los primeros lo consagraron en 1968 y nosotros, en 2021, todavía no lo tenemos consagrado de manera expresa. Y tiene que quedar así, consagrado de manera expresa en nuestra constitución. Hoy dejamos el rol y su promoción, junto con el arte y la cultura, a los municipios. Algo que no necesariamente está mal, pero creo que estos tienen muchas tareas, responsabilidades y presupuestos limitados. Entonces, cuando se deja al alero de los municipios, se pone a la fila de muchas otras necesidades básicas que tienen las municipalidades. Necesitan más apoyo para eso. Y no es que la Constitución vaya a cambiar algo, no, pero sí va a permitir que se legisle en consecuencia a lo que se ha redactado allí. Y dejarlo como un derecho fundamental garantizado permitiría que las personas puedan practicar el deporte que quieran y no el que puedan, que la limitante no sea el acceso. Y esto se relaciona con lo mencionado anteriormente, con la salud, con educación, con tener más deportistas de alto rendimiento. Con el deporte, todos ganan. Mejoran los niveles de salud, disminuye la obesidad, se acortan las colas en los hospitales. Y sí, el deporte está avanzando, pero todavía falta. Hoy hay comunas en las que ni siquiera se puede caminar, están creadas para andar en auto, ¡eso es insólito! Las ciudades tienen que estar hechas para invitar a caminar, a recorrer, a andar en bicicleta.
¿Qué otros temas te interesa empujar en una eventual participación en la Convención Constitucional?
Junto con el deporte, mis ejes son la inclusión y el emprendimiento, los que están muy entrelazados con mi experiencia personal. El deporte me ha permitido rehabilitarme y estar de pie. Tengo implantes de titanio, implantes intramedulares, dolor neuropático crónico, una serie de secuelas que me dejaron con 75% de discapacidad total, pero hoy estoy de pie y dejé de usar las muletas, en parte, gracias al deporte. Después del accidente, al primer día de regresar de mis licencias, me despidieron y me di cuenta de que nadie me daba trabajo solo por andar con muletas y un certificado de discapacidad total. Notaba el cambio en las entrevistas de trabajo cuando me preguntaban sobre mi grado de discapacidad. Y yo pude rehabilitarme, pero, ¿qué pasa con la gente que no tiene visión? ¿O edad avanzada? ¿Cómo puede ser que solo aquellos que pueden costearse nueve, diez operaciones en las mejores clínicas del país puedan volver a caminar? La inclusión tiene que estar garantizada en la constitución. Y el emprendimiento, también. Porque a mí me quitaron mi trabajo por estar con muletas. ¿Qué trabajo le dan a las personas con otras discapacidades? El 70% de las personas con discapacidad en Chile y que están en edad de trabajar, no tienen empleo. Por eso voy con esos tres ejes, porque el emprendimiento te abre las puertas que la sociedad no te quiere abrir.
He visto que gran parte del enfoque de tu campaña tiene relación con el emprendimiento. ¿Hay sectores donde el emprendimiento y la iniciativa privada no debieran entrar? Por ejemplo, en la administración de un colegio o en la existencia de redes de salud privadas y que pueden decantar en lucro en salud o educación.
No es un punto simple de responder. Creo que en muchos casos, el Estado no da el ancho y la colaboración privado-Estado genera una oportunidad, pero crea vicios como los que mencionas. Y considero maravilloso que todo el mundo emprenda, pero cuando en asuntos como la salud o la educación metemos emprendedores, metemos empresarios, el asunto se complejiza. Sí creo en la colaboración social y subsidiaria, sí creo en la mixtura bien llevada entre ambos. Y hay ejemplos de aquello, la Teletón es uno. Hay millones de personas que están a favor de la Teletón y muchos que están en contra, no en contra de ella, sino que en contra de que no sea el Estado el que se haga cargo. Y yo puedo decir que gracias a los kinesiólogos de Teletón, salí de la silla de ruedas. ¿Debiese haber sido el Estado para así garantizarlo a todos? Sin duda, pero cuando un privado lo puede hacer, lo encuentro espectacular y creo que puede ser parte de la solución y no del problema. Y que el rol lo tenga el Estado, que la responsabilidad la tenga el Estado. Y me pondría más estricto en cuanto a las regulaciones. No puede ser que personas de cuello y corbata paguen con clases de ética las penas de colusión. No puede ser que hoy estén caminando libremente por el país. Eso debe cambiar para desincentivar las malas prácticas. Reestructurar nuestro sistema judicial va a desincentivar las malas prácticas y creo que se puede trabajar en esto en manera legislativa. La obtención de utilidad en los negocios no es una mala práctica. Tenemos que cambiar la mentalidad de que ser millonario en Chile sea mal visto, y eso es un cambio cultural. Me gustaría que en Chile existiera la filantropía como se ve en Estados Unidos, y no solo por beneficios tributarios, sino que por impulsos de privados para desarrollar al país. Pero pareciera que en Chile tener plata es un pecado. A alguien le robaste, a alguien se la quitaste, de alguien te aprovechaste.
Entonces, ¿el Estado podría colaborar con instituciones que tengan fin de lucro en salud o educación?
No debería haber problemas, podrían colaborar dejando muy en claro las fronteras, los límites, las consecuencias y con condenas claras en caso de que estas se sobrepasen. Por ejemplo, si una minera, a cambio de abrir un nuevo rajo en el norte, lleva educación a 1000 niños en esa zona, lo encuentro muy bien. Es un aporte para el Estado, además, pero tienen que estar muy delimitados cuáles son los derechos y deberes de ambos.
Política partidista
Vas como candidato independiente con cupo Evópoli ¿Por qué este partido y no otro?
Nunca he militado ni me he sentido parte de la política. Lo más cercano fue la Asech, pero esa es política gremial. Y, cuando se decidió, con la votación arrasadora de octubre, a cambiar la constitución escrita en período de dictadura, me dije que era el momento de ser parte de este proceso histórico para escribir una nueva constitución por todos nosotros. Creo que el clamor popular era que no fuera escrita por políticos, pero el proceso está condicionado por los sistemas de distritos que favorecen a los partidos políticos y perjudica a los independientes. Y cuando empecé a entrar en esto para ser parte de esta solución, le empecé a golpear la puerta a diferentes partidos políticos, tanto de centroizquierda como de centroderecha. No me siento cercano a ningún extremo, pero sí al centro, y tuve posibilidad de solicitar cupos a varios de esos partidos. Hubo varias cosas que me hicieron sentido de sus lineamientos, pero, con total honestidad, me acerqué a Evópoli por dos ídolos que hoy están en la cámara de diputados, Érika Olivera y Sebastián Keitel, quienes también corrieron conmigo el día de mi accidente. Me acerqué a ambos partidos, Renovación Nacional y Evópoli, y preferí Evópoli porque era menos extremo. Ahí le hablé a Sebastián y le dije que me gustaría tener la posibilidad de ir a la constituyente con un cupo de su partido. Pasé por todos los filtros normales y establecidos por los que debía pasar cualquier persona y así llegué. Y me he preguntado varias veces si, de no haber obtenido este cupo, ¿hubiera tomado el de centroizquierda? Y yo creo que lo hubiera tomado, porque voy como independiente con cupo de, no como militante, y el objetivo era llevar mis lineamientos a la Convención Constituyente. No tengo interés en militar el día de mañana, ni siquiera por estar postulando a este cargo.
¿Qué opinión tienes sobre la crítica que se ha hecho de un intento de secuestrar el proceso por parte de los partidos?
Es que es así, sin duda. Y no hay que desentenderse de eso. Este proceso traerá distintos posibles beneficios a los partidos políticos. Muchos rostros nuevos que están ingresando y que quizás vayan a quedar en la política, aquí van a nacer nuevos políticos. Además, para cualquier partido político sería un triunfo llevar un número determinado de constituyentes a la redacción histórica de esta nueva constitución. Pero más allá de lo que los partidos quieran, la votación del año pasado fue muy clara sobre que personas comunes y corrientes escribieran la constitución. Ojalá que finalmente, tras la elección, la escribamos personas sin historia política, tanto independientes-independientes como independientes con cupo de partido. Yo sé que, visto desde afuera, el independiente con cupo de partido es politizado igual porque es “con cupo de”, pero lo que eso asegura es que somos personas que no hemos estado en política, no vivimos de la política, no es nuestra profesión y que finalmente buscamos ser parte de este momento histórico. Creo que habla muy bien de los partidos el que lleven a independientes sin historia política porque quiere decir que de alguna manera entendieron la exigencia de la sociedad.
¿Cómo te sientes, siendo independiente que se siente parte del centro, sobre el pacto de Evópoli con el Partido Republicano?
No me siento representado en ninguna manera por el Partido Republicano ni por la UDI. Quizás estoy de acuerdo en algunas cosas, como materias de manejo económico, pero creo que tenemos un modelo que no tiene las bases de igualdad y equidad que corresponden. En ciertas políticas económicas sí converso, como por ejemplo la autonomía del Banco Central o con el rol del Servicio de Impuestos Internos. Pero saliendo de aquellos temas, no me siento representado para nada por ellos y siento que es perjudicial que un partido como el Republicano sea parte de la lista, aunque también soy abierto a escucharlos a todos. Si hubiese estado en el pacto de centroizquierda, yo no converso con lo que comulga el Partido Comunista, pero lo acepto porque entiendo que todos pensamos diferente. Sí me hubiese gustado, al haber tomado el cupo por Evópoli, haber ido solamente por Evópoli y no en un conglomerado.
Para cerrar, una serie de preguntas y respuestas cortas de temas que pueden ser relevantes o controversiales a la hora de discutir la futura Constitución:
- Parlamento, ¿bicameral o unicameral?: Bicameral.
- En términos de tamaño de la cámara de diputados: ¿aumentarlo, volver a los 120, mantener los 155 actuales?: Volvería a los 120. Creo que es un exceso mantener un congreso tan grande. Redefinir además el rol del congreso, una cámara para las tareas legislativas y la otra para el desarrollo y descentralización regional.
- Tipo de Estado, ¿central, federado o algo intermedio?: Reconozco que encuentro atractivo el Estado federado, pero creo que no estamos preparados. Sí tenemos que descentralizarnos, absolutamente. No puede ser que una región dependa de lo que se decida en Santiago para que puedan actuar en consecuencia. Creo que con el hecho de tener gobernadores elegidos democráticamente en vez de por el presidente de turno, y que tengan las atribuciones que corresponden para desarrollar su rol, estaremos propiciando eso.
- ¿Estado plurinacional?: Sí, de todas maneras, donde se respeten e integren a todas y todos, y que tomen relevancia los pueblos originarios, inmigrantes y todos quienes vivimos en este país.
- Aborto: Estoy de acuerdo con las tres causales, no adhiero mucho con el aborto libre, pero dejo la puerta junta a que creo que yo no soy quien para decidir por una mujer y si el clamor popular del sexo femenino es el aborto libre, tendremos que actuar en consecuencia.
- Tribunal Constitucional: Estoy de acuerdo con la existencia de un órgano que supervise la constitución, pero sí modificaría la forma en que se eligen sus integrantes.
- Períodos presidenciales: Me gustaría añadir la reelección. He pensado en seis años, pero creo que es más atractivo dejarlo en cuatro años y sumar la posibilidad de una reelección. Creo que no alcanza con cuatro años, hay que hacer muchas cosas. Quizás si comprendiéramos que, cuando sale un gobierno, no hay que cambiar el 80% de los cargos más importantes, todo cambiaría.
- Estado presidencialista o parlamentario: Semipresidencialista, disminuir el modelo hiperpresidencialista que tenemos con la ayuda de un jefe de gobierno con el que se repartan funciones.
- Carabineros: Se tienen que reformular absolutamente. Creo que no toda la culpa es de ellos, hay un modelo que no está funcionando bien. Su reformulación le va a hacer bien al país y también a Carabineros.
- Iniciativas populares para presentar proyectos de ley: Creo que no siempre se puede porque puede ralentizar el modelo, pero sí creo en incrementar la participación ciudadana. Hay municipios que nos han dado lecciones para aquello, pero para eso ha habido un desarrollo de manera digital para acelerar estos procesos. Creo que ese tipo de iniciativas con un modelo digital adecuado, votaciones en línea y tomando los reparos de seguridad correspondientes, pueden ser tremendamente positivos.
- Mecanismos de destitución de autoridades electas: Creo que no podría dar una buena respuesta. No estoy interiorizado con respecto a ese tema, pero como ciudadano, creo que la destitución en ciertos cargos sí se podría tomar, considerando la opinión ciudadana. Creo que sería muy interesante que la sociedad pudiera evaluar ciertos cargos políticos y que eso se tuviera en consideración, pero tomando los cuidados para que estas personas no ejecuten el cargo simplemente para la encuesta.
Esta publicación se enmarca en el contexto de entrevistas a candidatos y candidatas a la Convención Constitucional que tienen relación con el mundo del deporte. Anteriores publicaciones de este ciclo fueron a Lidia Espinoza (D20), Pauline Kantor (D11), Francisca Cabrera (D13), Damaris Abarca (D15), Pablo Selles (D10), Silvana Camelio (D28) e Iona Rothfeld (D12).