
Andy Zepeda Valdés
Asociación Hinchas Azules
Los dueños y controladores de la U no saben cómo acallar las críticas que apuntan a la escasa o nula participación que brindan a las y los hinchas de Universidad de Chile. Intentos para solucionar esto han hecho más de alguno, como el fallido Consejo Azul, una instancia que en principio parecía valorable, pero que al poco tiempo demostró carecer de utilidad por cuanto las “decisiones” que emergían de ahí no eran vinculantes y quedaban en meras sugerencias para el directorio. Cualquier iniciativa que de algún modo intentara transformar las cosas o pusiera en riesgo el status quo de los accionistas, era desechada de inmediato. De ahí que fracasara y muchos de sus integrantes decidieran abandonar el espacio.
El más reciente intento de Azul Azul por aparentar abrir espacios de participación es a través de Fan Token. ¿Qué es eso? Es un sistema de compra de activos digitales, una especie de criptomoneda a través de cuya adquisición, las y los hinchas podremos “participar” de las decisiones del club. Con el anteriormente mencionado Consejo Azul al menos daba la impresión de que se esforzaban por disfrazar la verdadera naturaleza de la participación. Con el sistema de Fan Token pareciera que ya no les interesa disimular y con total descaro nos dicen que hay que pagar por participar.
Y, por cierto, ¿qué tipo de decisiones permitirá esta participación? Ahí viene el principal problema. En su comunicado de lanzamiento anuncian “derecho a tener voz y voto en algunas decisiones del club, participando en encuestas vinculantes o con acción consultora”. Suena lindo, pero no te dicen que esas decisiones vinculantes serán de la magnitud de elegir el color de la camiseta de visitante, la canción que suene cuando el equipo anote goles o el diseño de la jineta del capitán.
“Tener voz y voto”. Es curioso que usen precisamente esas palabras, porque son esas palabras con las que se les ha criticado desde siempre el ser solo una empresa que no permite que sus hinchas participen. “Queremos voz y voto”, hemos protestado por años. Ahora vienen y, con un descaro inusitado, te tiran por toda la cara que ahora sí tendremos voz y voto, solo que sobre puras tonterías.
El otro aspecto que denota la insuperable sinvergüenzura de Azul Azul es, cómo no, el del dinero como tal. Claro, porque obviamente esto no será gratis. Nada lo es cuando se trata de una empresa que llegó solo para buscar el lucro a través de la pasión de la gente. Es cierto, cada Fan Token, llamado $UCH, cuesta una miseria: 1,25 dólares. Sin embargo, ellos mismos se encargan de aclarar que con unos pocos $UCH no podrás hacer mucho, debes comprar muchos si quieres que tu “voz” se escuche. Sobre eso, señalan: “Cuantos más Fan Tokens poseas, tendrás mayor capacidad de influencia y más posibilidades de obtener premios”. A eso añaden (por si no te quedó tan claro): “Recuerda que cuantos más tengas, mayor será tu capacidad de influencia y posibilidades de obtener premios y recompensas”.
Su objetivo es hacerte comprar muchos tokens para que aumente el nivel de influencia de tus interacciones dentro de la app y darte así la ilusión de que estás participando en la orgánica del club. Básicamente, te están haciendo pagar para que demuestres cuánto te importa la U.
“Sé parte de nuestro futuro”, anuncian orgullosos en la concesionaria, al tiempo que mencionan al Manchester City, AC Milan, Paris Saint-Germain, Juventus y FC Barcelona como ejemplos de equipos a nivel mundial que ya han explorado este método de fidelización del hincha. Ja, como si nos importara o como si nos incumbiera lo que hacen esos equipos. Como si Azul Azul pudiera decir con propiedad alguna palabra sobre lo que es la fidelidad.
La concesionaria sigue inmersa en la lógica de “el que paga, participa”. Y esa participación será en los ámbitos que ellos elijan: solo trivialidades; nada sustantivo, nada real.
Cada cual es libre de hacer lo que quiera con su dinero. Cada cual verá si participa de este nuevo invento de la empresa. Solo es de esperar que quien lo haga, tenga claro que la verdadera participación, aquella que es manifestación democrática, es bastante más profunda que elegir el diseño de una jineta.A no caer en el juego, azules. No se es más fiel por tener más $UCH y no estaremos más cerca de ser un club porque nos vendan monedas digitales para participar de su show.