The Strongest, Bolivia y la hinchada antifascista

El nombre del The Strongest está intrínsecamente ligado al fútbol boliviano. De hecho, es posible trazar muchos paralelismos entre las historias de este club centenario y del mismo país. El ferrocarril, la puna, los pueblos altiplánicos y también la lucha antifascista presente en su hinchada, un fenómeno quizás más actual, pero consecuencia lógica de numerosos sucesos ocurridos al alero del aurinegro.

Por José Ramírez

Apenas entré, subí y me senté en el tablón más alto de la galería sur del estadio Hernando Siles en La Paz, Bolivia. Y no exagero con que era el más alto, pues el recinto deportivo que lleva el nombre del trigésimo primer presidente del país se localiza a 3.577 metros sobre el nivel del mar. A diferencia de lo que pasa en Chile, la entrada para el partido se adquiere directamente en el estadio y no por internet. El precio es el adecuado, porque en otros países de Latinoamérica, una entrada equivalente cuesta el doble o más. Había que conocer ese estadio, quizás uno de los más complicados para los equipos y selecciones de fútbol en esta parte del continente.

A medida de que pasaba el tiempo, la gente empezaba a llenar el recinto. La multitud vestía de amarillo y negro, los colores del equipo local, el Club The Strongest. Yo estaba inquieto, quería saber todo lo que ocurría en las entrañas del estadio; iba a los túneles, donde te proteges del frío tomando un té de coca (mate de coca para los bolivianos) y comiendo una empanada de queso. La pirotecnia por las calles aledañas transmitía el claro mensaje de que el partido contra el Club Atlético Nacional de Potosí estaba por comenzar. Buscaba el mejor puesto, ahora en la bandeja inferior de la galería, y observaba con atención cómo llegaba la Gloriosa Ultra Sur 34, la hinchada del Strongest. Desplegaban banderas y lienzos al son de bronces y murga. En la separación entre una bandeja y otra, el lienzo oficial de la barra; más al costado, una bandera de Ernesto “Che” Guevara (como canta La Renga en su “Blues de Bolivia”) y los colores de la bandera boliviana llamaron mi atención. La derrota por 2-3 del “Tigre”, como es conocido el club, fue mi primer acercamiento a los aurinegros.

Los primeros equipos de fútbol en Bolivia: de Inglaterra a La Paz

El fútbol llegó a Bolivia, al igual que el cine, a bordo del ferrocarril que unía el puerto de Antofagasta con la ciudad de Oruro a finales del siglo XIX. Cuenta la historia (Pelaez & Castro, 1962) que un emprendedor orureño radicado en otras tierras, ya de vuelta en Bolivia, regresó llevando en su equipaje una pelota y una idea: imponer el football en las alturas de Los Andes. Él había visto el juego inglés en tierras chilenas y pensó que podía adaptarse en la puna. Así, el 26 de mayo de 1896 fundó el primer club boliviano: el Oruro Royal. Con el cambio de siglo y también producto de transformaciones económicas y políticas, la ciudad de La Paz se convirtió en la verdadera cuna del desarrollo del football boliviano. En 1901 se formó el Bolivian Rangers y en 1904, el Thunders. Años después, en 1908 y en la misma ciudad, se creó el The Strongest para gloria del fútbol paceño y boliviano (Gisbert, 1994).

The Strongest Football Club

Fue en la tarde del 8 de abril de 1908 en la altitud de La Paz que un grupo de doce jóvenes paceños se organizaron con la fantástica idea de fundar un club de fútbol que fuese imperecedero en el tiempo, un club completamente fuerte. Aquella noche, entre los fundadores, nacía el nombre de Strong, palabra inglesa que significa “fuerte”, quedando constituido entonces el Strong Foot ball Club. Días después se acordó agregar el artículo The” y el superlativo “est”, estableciéndose de ese modo el nombre oficial de The Strongest Foot ball Club, que vendría a ser algo así como “El fortísimo” o “El más fuerte”. Víctor Manuel Franco, miembro fundador, fue quien sugirió los primeros colores del club y mostró una camiseta de líneas verticales amarillas y verde oscuro. A ello se sugirió que el verde fuese cambiado por el negro, a lo que todos dijeron: “¡Como la chayñita!”, un ave pequeña típica de la ciudad de La Paz. De ese modo se diseñó la camiseta a rayas verticales oro y negro, y el escudo de estilo inglés con 7 franjas verticales ostentando en la parte superior su nombre: The Strongest. El denominativo “Tigre” vendría mucho después, en 1941, cuando el entonces presidente de la Asociación de Fútbol de La Paz (AFLP, que en ese entonces se conocía como La Paz Football Association), Max de la Vega, nombró a los jugadores como tigres, a través de un poema, por los colores de la camiseta y la garra del equipo demostrada en la cancha. Tomaría un poco más de tiempo para que dicho apodo se afianzara totalmente y que su imagen apareciera en la camiseta a partir de 1970. 

Una vez conformado, los colores del The Strongest alcanzaron un gran arraigo popular dentro y fuera de las canchas, y la juventud de la época lo convirtió rápidamente en su favorito. Muy pronto, sus partidos serían seguidos por millares de personas y The Strongest comenzaría a escribir parte de la historia más importante y gloriosa del fútbol boliviano. Entre ciertos sucesos importantes y llamativos dentro de la historia del club está la de los socios, hinchas, jugadores y directivos del The Strongest que cambiaron zapatos y pelota por fusiles y uniformes, y que fueron a la guerra del Chaco que los enfrentó contra Paraguay entre 1932 y 1935. En esta, lucharon por meses en la batalla de Cañada Cochabamba o Cañada Esperanza, bautizada posteriormente como Cañada Strongest en homenaje al valor, al empuje, al coraje de quienes combatieron, murieron y vencieron en aquella contienda. También puede recordarse la trágica historia del accidente aéreo que sacudió al club en 1969, donde murieron jugadores atigrados, el cuerpo técnico y un dirigente del club. Dicho accidente provocó que el club Boca Juniors de Argentina cediera a dos de sus jugadores al equipo boliviano, creando así una linda amistad recordada hasta hoy por los stronguistas. A pesar del accidente, y con un “tigre herido”, el club logró ser campeón al año siguiente con el apoyo de su gente, lo que ha sido durante toda la historia una de las rayas más importantes y notorias en la piel del Tigre.

Funeral de jugadores del plantel vítimas del accidente aéreo en 1969

La Gloriosa Ultra Sur, la hinchada del The Strongest

Como en muchos países de Latinoamérica, el fenómeno de las barras bravas, iniciado en la década de 1960 en Argentina, se expandió también a Bolivia. Fue en la década de 1970 en la que surgió una de las primeras barras del país: los Quirquigans (nombre producto de la influencia inglesa de los hooligans), perteneciente al Club San José de Oruro. Se dice que estos barristas de origen minero causaban gran temor en el país porque llevaban dinamita a las tribunas y las detonaban en los recibimientos del equipo, a falta de fuegos artificiales en aquella época (Manzaneda, 2010). Algunos años antes, en la ciudad de La Paz y en torno al Estadio Hernando Siles, surgieron grupos de personas que pasaron de ser simples espectadores de fútbol a organizaciones formales de hinchas que fueron adquiriendo identificación con los colores, expresando su fanatismo mediante símbolos como banderas, vestimentas y cánticos de aliento como apoyo al Club The Strongest. 

Ya había nacido la idea de formar una hinchada integrada por diferentes clases sociales, sin diferencias religiosas, concepciones políticas, edades, sexo o raza. Con el paso del tiempo, se consolidó -a finales de los 80- la barra “Presente y Unida la Torcida Atigrada” (Pérez, 2015) y “Parados, Unidos Todos Alentamos”, que se ubicaba en la bandeja alta de la galería sur del estadio, donde también se situaban los hinchas del equipo rival: Bolívar. La permanencia en la galería sur se apostó en un clásico entre ambos equipos en 1994, que ganaría The Strongest y, tras una serie de incidentes con la hinchada contrincante, los hinchas del Tigre los expulsaron a la galería norte. Luego los stronguistas decidieron relocalizarse, esta vez en la parte baja de la galería sur, ahora con el nombre de la Gloriosa Ultra Sur, como se conoce actualmente a la hinchada del The Strongest. Hoy, dentro de la misma barra, existen diferentes grupos que tienen como objetivo asegurar la fiesta aurinegra en todas las canchas del país y del exterior. De entre ellos nació hace algunos años la Brigada Aurinegra de Resistencia Antifascista (BARA), quienes han sido parte activa de la Gloriosa Ultra Sur y, luego, los Stronguistas Antifascistas. Hinchas del Tigre del Pueblo que no sólo se ocupan de alentar y seguir a su equipo, sino que también de levantar las banderas de lucha en contra del racismo, el machismo, la xenofobia y la homofobia en las gradas y en la sociedad boliviana.

Las hinchadas Antifascistas en Latinoamérica

Ahora bien, ¿qué significa que una hinchada sea antifascista y qué lugar ocupan estos grupos en el fútbol? En general, la inspiración antifascista es traída desde Europa a América Latina y se basa en la estrategia de la Antifaschistische Aktion impulsada por el Partido Comunista Alemán (KPD) entre 1932 y 1933. De allí proviene la bandera antifascista (cuyo símbolo icónico es una bandera roja, en alusión a los miembros con tendencias comunistas y anticapitalistas, y una bandera negra, que aludía a las personas con ideología anarquista y antisistema) y la insistencia en la inseparabilidad de la lucha contra el fascismo y el capitalismo. Para Bray (2018), el término antifascista se refiere a toda persona que luche contra el fascismo. Lo explica como un método político; un ámbito de identificación individual y colectiva; y un movimiento transnacional de corrientes socialistas, anarquistas y comunistas. Hoy podría entenderse como aquel movimiento que se opone y combate al crecimiento actual de la extrema derecha y el violento resurgir fascista en varias partes del planeta, y su argumento central es la necesidad de una lucha unitaria para detenerlo.

En Latinoamérica, este avance de la extrema derecha está latente y se aprecia en diferentes países como Brasil y Chile. Es así como dentro del fútbol, al ser este un fenómeno social de masas, diferentes grupos buscan un espacio para mostrar sus ideales, como ya ha ocurrido en Europa, donde la identificación con un equipo y con una hinchada, es una identificación política. Conocidos son los casos de neofascismo y neonazismo vinculados a equipos italianos como la Lazio, equipos españoles como el Real Madrid y los Ultra Sur, o hinchas ucranianos vinculados fuertemente a la extrema derecha de ese país. Han surgido, en contraparte, las hinchadas antifascistas, como los Bukaneros del Rayo Vallecano o el club St. Pauli de Hamburgo en Alemania. Este fenómeno de hinchas activistas se ha estado incorporando fuertemente en América del Sur en países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Uruguay. La consigna es no solo un fútbol sin violencia ni discriminación, sin misoginia, sin racismo, sin clasismo, sin xenofobia, sino que en el deporte y la sociedad en general; no solo actuando en los estadios, sino que también en las calles. Respecto a esto, en Bolivia no se han quedado atrás, como ejemplifica la existencia y persistencia de facciones antifascistas de la hinchada del club The Strongest.

Stronguistas antifascistas

La bandera del Che en la tribuna del estadio Hernando Siles no es casualidad. De hecho, el lienzo está presente desde 2003 para acompañar al The Strongest, club que desde su origen se ha arraigado en las clases populares, siendo también uno de los más orgullosos de sus raíces indígenas y sus símbolos. Lo anterior se ha plasmado en su grito de guerra aymara, el famoso Huarikasaya Kalatakaya que se corea allí donde estén los colores amarillo y negro y el espíritu atigrado. La frase que incorporara “Pancho Villa”, famoso hincha del club, se traduce al español como “Rompe la piedra, tiembla la vicuña” e intenta transmitir lo potente del invierno altiplánico que es capaz de quebrar las rocas de las montañas y hacer temblar y llorar al animal más resistente de ese lugar. Esta frase no solo eriza la piel de los stronguistas, sino que empapa de miedo a sus rivales, pues The Strongest entra a las canchas a romper y hacer llorar, así como el viento lo hace cuando cruza las montañas elevadas de los Andes. Hasta hoy, esta muestra de la costumbre paceña y stronguista de manifestar sus emociones y sensaciones en su lengua propia sigue viva. El origen del club no debe perderse y debido tanto a la historia misma del equipo como a su representación histórica del pueblo es que es necesario que nuevamente The Strongest y sus hinchas se involucren con la sociedad, según cuenta la facción antifascista. En Bolivia, los clubes, sobre todo los de fútbol, son reducidos a simple equipos para el entretenimiento y distracción de masas sin incidencia en la sociedad. Los Stronguistas Antifascistas se oponen a ello. 

Esta facción de la hinchada del The Strongest se forma como tal en el año 2018 tras algunas diferencias con otra agrupación de izquierda, la Brigada Aurinegra de Resistencia Antifascista (BARA), que viene desde 2011 y con orientaciones distintas. Debido a estas diferencias nació esta agrupación antifascista independiente, con muchos miembros provenientes de la BARA. Son hinchas de entre 20 y 30 años que se identifican con el antifascismo. Para ellos y ellas, esto implica ser completamente anticapitalistas y antiimperialistas, como es absolutamente necesario en Latinoamérica. Odian el fútbol moderno (o fútbol mercado), pues piensan y viven este deporte como algo más que un simple negocio y el actual reduce la participación del hincha, sobre todo en Bolivia, donde “quien tiene la billetera más grande es quien domina el club”, algo que se hace cada vez más común en el sur de América. Mientras se mantuvo viva la BARA, se colgaron lienzos (trapos) de solidaridad y apoyo con los pueblos de Palestina y Venezuela, contra el imperialismo o contra el saqueo y conquista de América. 

Hoy, con el fútbol detenido por la pandemia y producto de las acciones del gobierno de facto, se han limitado las acciones de los Stronguistas. Sin embargo, se han encargado de manifestar su descontento y de levantar sus banderas de lucha en las plataformas y redes. Por ejemplo, se han posicionado en contra del racismo, han apoyado a las minorías sexuales y a los pueblos indígenas y su resistencia, han repudiado la represión que se vivió en noviembre de 2019 en su tierra y también en Chile, entre otras causas. 

En Bolivia, el movimiento antifascista va tomando banderas con el pasar de los años, siempre manteniéndose al lado de las clases populares, junto al pueblo minero y campesino. Después del golpe de Estado de noviembre de 2019, vuelve a tomar fuerza, pero producto de las circunstancias mundiales es que las acciones se han reducido (por ahora), más no la fuerza y convicción. “Volveremos como Stronguistas Antifascistas para seguir luchando por causas justas para el pueblo desde nuestra trinchera, ya sea en las gradas o en las calles”.

Un pensamiento

  1. El artículo tiene buena parte de la historia del Tigre. Soy hincha desde mi juventud, acompañe como barre a varias ciudades del país. En lo que refiere al Tigre, todo va bien. Difiero en su opinión de que en Noviembre fue golpe, es una intromisión partidaria en los sentimientos del deporte y del querido Tigre. Vamos adelante como Stronguistas. Ambos son de derecha Añiztas y Masistas.

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