
Son numerosos los colectivos que, desde la recuperación de la memoria, buscan combatir la impunidad que ha existido en Chile tras la dictadura cívico-militar y la transición pactada desde 1990 a la fecha. El pueblo fue violentado en ese período y el fútbol es del pueblo, por lo que es natural que existan agrupaciones que intentan reivindicar la memoria desde el fútbol. Uno de estos grupos es el colectivo Autoconvocados Arellanistas, con quienes conversamos sobre memoria, historia, pueblo y Colo-Colo.
Esperanza, Diego y Tomás son los y las hinchas de Colo-Colo que están detrás del colectivo Autoconvocados Arellanistas, agrupación que nace en 2015 tras notar la necesidad de llenar vacíos en torno a la memoria alrededor de Colo-Colo, buscando, sobre todo, enfocarse en lo ocurrido con posterioridad a 1973, durante la dictadura cívico-militar chilena. Este proceso de recuperación de memoria lleva asociado intrínsecamente, mencionan, la autoeducación y el posicionamiento político desde el deporte. Así, fueron realizando una serie de conversatorios en lugares con los que sentían identificación como, por ejemplo, la población Lo Hermida, donde la presencia colocolina es importante. El vincular la memoria con aquellos lugares fue desde siempre una motivación más.
Esperanza: Llevarla a nuestros territorios.
Diego: Claro, parecido a lo que se hace con las filiales. Llevar Colo-Colo al territorio.
Es en este sentido, en la recuperación de la historia y memoria de Colo-Colo en torno al período de la dictadura cívico-militar chilena, que se han establecido la meta de recopilar las diferentes historias de socios, socias e hinchas del club que hayan sufrido los vejámenes de la dictadura de Pinochet. A través de llamados abiertos y trabajos con otros estamentos del club, la idea es recuperar los nombres y relatos de las víctimas.
¿Es esta reflexión histórica la que les hizo armar este proyecto?
E: Sí. Nos hemos ido encontrando en el trabajo que hemos hecho en torno al club, ya sea filiales u otros, y esto nace en una conversación de amigos, algo como “mira, es súper interesante poder plasmar este trabajo, hacer una recuperación histórica” y ahí comenzamos a llenarla de todo el contenido que teníamos desde hace tiempo por el trabajo cotidiano que hacíamos en nuestro territorio a través del club. Tenemos relación con la comisión de Derechos Humanos, que nace de la Garra Blanca. Y buscamos la recuperación histórica, lo que no va solamente vinculado a la memoria, sino que en el qué hacemos hoy en día activamente en asuntos de Derechos Humanos.
D: Con Esperanza y Tomás nos conocimos en torno a las filiales. Desde ahí empezamos a trabajar, empezamos a afinar detalles, nos sentíamos también identificados entre nosotros y nosotras, y teníamos ideas más o menos parecidas, nociones que sentíamos que podían ir entrelazándose. Ahí se empezó a generar este colectivo. Luego ocurrió el proceso de la Garra Blanca ilegal, del que Autoconvocados es partícipe y fue contribuyendo en que la historia y memoria fueran parte de lo que hoy es la Garra Blanca.
¿Cómo han visto la recepción del mundo colocolino al proyecto que están llevando a cabo?
E: Nosotros tenemos afinidad con bastantes colectivos. Y, si bien hemos tenido cercanías con muchos grupos, como los Antifascistas o la Hinchada Mapuche Antifascista (HMA), no hemos hablado específicamente de este proyecto con ellos. Sí hemos tratado de buscar ayuda del Club Social porque ellos son los que tienen el padrón de socios y con eso podemos verificar si la gente de la que estamos recopilando historias fue socia o no del club. En 2015 nos acercamos al club para hablar sobre esto y tuvimos un rechazo rotundo. Luego en 2016 nuevamente fuimos a hablar con los directores, pues había habido un cambio en su interna y, luego de un tiempo, nos dan una autorización para poder verificar la información y ver si coincidía o no. Es súper importante poder contrastar la información que tenemos con la que aparece en nuestra institucionalidad, que es el Club Social. De todas maneras, tras el primer rechazo, entendimos que teníamos que empezar a divulgar nuestro trabajo para que la gente se nos fuera acercando con sus historias.
D: Nosotros comenzamos con esta idea en 2015 y desde un inicio nuestra intención fue generar memoria e historia dentro del club. Y el primer proyecto que queríamos sacar era esto, antes que los conversatorios, creo yo. El cambio de directores nos entregó una mejor recepción hacia nosotros y nosotras. Y, tras los afiches que generamos por nuestros propios medios, empezaron a llegar correos de personas que se motivaron, hubo harta motivación por parte del hincha, socio y socia colocolina en torno a rescatar la memoria histórica de este pasado reciente. Y con la apertura del padrón de socios, nos hemos ido acercando. Hemos encontrado detenidos que pasaron no solo por Santiago, porque entendamos que Colo-Colo no abarca solamente Santiago, sino que muchos otros lugares y desde ahí también hemos visto que tenemos que trabajar.
E: La mayoría de nosotros hemos trabajado socialmente desde años en torno a lo que es la organización social y eso hace que tengamos conocidos de diferentes partes que quieren participar. Hemos podido contrastar con el padrón a un porcentaje no menor de personas de Santiago y Concepción. Y la recepción del mundo colocolino siempre es buena porque es un sentir que todos hemos vivido de una manera. Cuando uno dice que Colo-Colo es el 50+1, eso significa que nosotros representamos al sector popular, y cómo el pueblo y el sector popular vivieron ese proceso no es ajeno a Colo-Colo. Y vemos que los hijos de quienes vivieron esos procesos miran de mejor forma esta investigación porque es contar una historia no contada. Muchos quieren hoy en día hablar de la dictadura militar porque nuestra generación, la que hoy tiene cerca de 30 años, hemos vivido o tenemos familiares que vivieron la dictadura.
¿Qué objetivo tangible buscan hacer con todo el trabajo de investigación que están haciendo?
D: Son múltiples las ideas que hemos tenido y no hemos querido ponerle un límite. Siento que no hay un límite porque tenemos que entender que la memoria y la historia deben trascender y no deben ser jamás ocultadas, y los horrores y el exterminio de la dictadura no deben ser sepultados.
E: Olvidados.
D: Claro. Porque otros sectores han intentado sepultar la historia y censurarla. Y con respecto al producto final, una de las ideas más recurrentes es un libro con las vivencias y experiencias de socios, socias e hinchas. También una placa con las personas individualizadas que muestre quiénes fueron las personas que sufrieron los vejámenes de la dictadura cívico-militar en Chile.
E: Hay hartas patitas para trabajar, pero una es cómo el club va a hacer el reconocimiento histórico a las personas que encontremos en esta investigación, lo que creemos que es importante porque también hace que el club se posicione en la recuperación histórica de sus socias, socios e hinchas. No se excluye o no se deja aparte esa historia para el club social porque es una historia importante y es una historia no contada. Se cuenta mucho de Colo-Colo, pero no de esa época. A lo más, relacionan a Colo-Colo y la dictadura con cosas tontas, pero no hablan de nuestra gente en esa época y eso es importante porque hablamos de Colo-Colo y hablamos de pueblo, y es importante rescatar la historia del pueblo para que no se vuelva a repetir. También para que nuestra gente se sienta identificada con eso y nos posicionemos como socias y socios ante lo que pasó en nuestra historia. O también ante lo que pasó hace muy poco, después de la revuelta.
¿Piensan en un futuro realizar algo similar con las víctimas de la revuelta desde octubre de 2019? ¿Traer esta memoria a los tiempos actuales?
E: Nuestro otro integrante (ríe) es más reservado con los proyectos futuros, pero creo que es importante decirlo: sí, queremos trabajar ese tema, encontramos que es necesario, es nuestra línea de trabajo y es lo que nos gusta. También nos gustaría hablar de los hijos del exilio, somos muchos los que somos hijos de exiliados y por qué nace nuestra vinculación con Colo-Colo.
¿Cuál sienten que es la relación de Colo-Colo con la dictadura?
D: Gran parte, la mayoría en Chile, son pobres. Y en dictadura, los que sufrieron las grandes represalias, el exterminio, el exilio, fueron pobres. Y gran parte de los pobres eran colocolinos. Entendiendo esto nace el presente proyecto: que los pobres colocolinos somos mayoría y desde ahí hemos sufrido grandes represalias.
E: Creo que hay que distinguir dos cosas. Para mí, Colo Colo es no solamente la institucionalidad, sino que también los hinchas, socias y socios, y somos el componente más importante del club. Nosotros, los individuales, los que no tenemos voz, somos lo más importante de nuestro club y eso se ha visto no tan solo en el tema de logros de la institucionalidad, sino que en cómo su hinchada ha acompañado al que, para nosotros, es el club más grande de Chile. Entonces, creo que ahí hay que distinguir entre la institucionalidad de Colo-Colo desde 1973 para adelante; en cómo Colo-Colo es usado en la dictadura para tener una buena recepción en lo popular; luego, el nacimiento de la Garra Blanca, la primera barra con esas características en dictadura, y como respuesta a un segmento de la sociedad que era la juventud de esa época. Hace un tiempo estuve hablando con un compañero que contaba que había ido a Parral a tomarse unas cervezas con otros compañeros colocolinos del MIR para celebrar que había ganado Colo-Colo y días después se entera de que a uno de ellos se lo habían llevado y es uno de los desaparecidos políticos. Entonces, esas historias individuales conectan también a Colo-Colo con la dictadura, no solamente la institucionalidad, y eso es lo que queremos demostrar y recalcar, la historia no contada de nosotras y nosotros.
Sobre todo porque uno tiende a llevar la relación Colo Colo – Dictadura a ciertos eventos particulares…
E: Claro, como el Estadio. Bueno, para mí, Colo Colo fue usado por la dictadura militar. La historia oficial de nuestro club cuenta otra cosa y es cómo se usó políticamente al club para sacar un beneficio. Y además mancharon nuestra historia, porque es una mancha haber tenido a Pinochet como socio vitalicio, el que también fue removido por su gente, por nuestra gente, por socias y socios, de los registros de socios y socias. Pero si no somos capaces de entender que eso es el uso político de una institución muy importante en Chile, entonces cualquier análisis es un poco errado para hablar de este vínculo. Y esto ocurrió también con otros clubes, no solamente con Colo-Colo.
D: Claro, y desde la idea de que Colo Colo ha sido usado por el poder, también fue uno de los primeros equipos en el que se instauran las Sociedades Anónimas. Sabemos que el neoliberalismo tiene su laboratorio en Chile y en Colo Colo también pasó eso. Y, ¿por qué se asienta el modelo de sociedades anónimas? Porque Colo-Colo es un equipo que arrastra a una gran mayoría, y empiezan desde ahí a generar esas mañas que siempre ha tenido el poder económico. A Colo-Colo lo han usado de miles de maneras quienes detentan el poder y eso es algo que queremos revertir también. Aprender de la historia no contada para que no se sigan cometiendo los mismos errores que se cometieron anteriormente y comenzar a hacer un poco más digno todo esto. Que Colo-Colo sea más digno, que nuestros socios, socias, colectivos, la Garra Blanca sean más dignos. Siempre está esa mancha en torno a la dictadura y Pinochet que nosotros y nosotras hemos tratado de revertir.
El proyecto de recuperación de memoria del colectivo Autoconvocados Arellanistas sigue en curso y todavía está abierto el proceso de recepción de historias. Para cualquier tipo de colaboración, pueden contactarse al correo autoconvocados1925@gmail.com o a sus cuentas de Facebook e Instagram.
