“Una noche en Miami”: la muerte de Cassius Clay y el nacimiento de Muhammad Ali

Foto de la película «Una noche en Miami» (2021).

El avance del poder negro y del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos tuvo muchos rostros y muchas voces; a veces distintas, a veces similares.

La película “Una noche en Miami” (One night in Miami, en su idioma original) se acaba de estrenar. Hace menos de un mes debutó en Estados Unidos a través de la plataforma audiovisual de un gigante mundial del retail. En ella, se relata la noche posterior a la pelea de Cassius Clay y Sonny Liston, en la que Clay obtuvo por primera vez el título mundial de los pesos pesados. 

Clay -aún no Muhammad Ali- no es el único protagonista de la película, ni tampoco el único deportista en aparecer. Jim Brown, uno de los jugadores de fútbol americano más importantes de la historia, también está presente, así como el cantante Sam Cooke, pionero de la música soul, y Malcolm X, quien no necesita mayor introducción.

La reunión no es ficticia, o no tanto, al menos: la noche del 25 de febrero de 1964, Clay, Cooke, Brown y X sí se reunieron en el Hampton House Hotel tras el combate, con la idea de festejar tranquila y frugalmente el logro del boxeador. Muchas imágenes, desde el cuadrilátero hasta las de la celebración rodeados de una pequeña multitud, son también recreaciones de fotografías históricas que rodearon aquella noche ideada como tranquila. El relato de la película -y de la obra de teatro en la que se inspira-, no obstante, está lejos de ser relajado. Las personalidades de aquellos cuatro amigos eran fuertes y marcadas. Y en aquella ficcionalización recreada de la noche que se convierte poco a poco en un mito, aflorarían algunas de sus diferencias. 

Clay, el más joven de los cuatro, mostraba su tono risueño y bromista que sería más conocido en las numerosas entrevistas protagonizadas tras transformarse en el ícono mundial en el que se convirtió. Cooke, quizá más pragmático, tal vez por ser más protagonista de la industria de la que era parte. Brown, por su parte, se mostraba como una figura más retraída, algo en lo que pudo tener que ver su proceso de búsqueda personal con respecto al cambio de carrera en el que estaba viviendo. X, en cambio, es la figura más combativa de las cuatro, desbordando su pasado y presente en el movimiento por los derechos civiles y su conflicto con el profeta Elijah Muhammad.

Pero no es solo esto lo que aflora, sino que también cada uno personifica una posición dentro de la orgánica de movimientos colectivos. No debe olvidarse que, pese a que todos hayan tenido percepciones distintas y recorrido caminos disímiles, los cuatro eran parte del movimiento de liberación del pueblo afroamericano, y los cuatro habían sido en numerosas ocasiones sujetos de la opresión que se vivía de parte del blanco. El pragmatismo de Cooke se muestra en la búsqueda de sus métodos y objetivos, en contraposición al radicalismo de un Malcolm X que, financieramente, al menos, no tenía mucho que perder. La postura de X sí tendría costos en términos personales; meses después de esa noche, murió asesinado en circunstancias dudosas, siendo acusado incluso el líder de la Nación del Islam. El movimiento por los derechos civiles no es particular por la existencia de estas disputas entre corrientes ni escisiones en dos o más facciones.

Aquella noche fue probablemente, y más allá de lo relatado, un punto de quiebre en sus vidas. Por ejemplo, sería la última vez que Cassius Clay se referiría a sí mismo con ese nombre, pues renunció a éste, su nombre de esclavo, al día siguiente, tras anunciar a la prensa su conversión al islamismo e ingreso a la Nación del Islam, con lo que comienza su viaje a ser Cassius X y posteriormente Muhammad Ali. El uso del nombre Cassius Clay por parte de la prensa deportiva, mayoritariamente blanca y conservadora, era una ofensa deliberada que podía entenderse fácilmente como parte de aquello que estos cuatro personajes, desde sus espacios y con sus particularidades, buscaban cambiar.

Finalmente, no se puede ser ajeno al significado de la producción de esta película. Como se mencionó anteriormente, fue financiada y realizada por un gigante del retail, la empresa de uno de los dos máximos millonarios del mundo, y sobre la que no faltan acusaciones de prácticas explotadoras con sus trabajadores y trabajadoras. El uso de la figura de Ali y del movimiento por los derechos civiles por parte de estas compañías -algo que también se ha apreciado sobre otros movimientos actuales, incluso el “Black Lives Matter” por muchas empresas explotadoras- no puede ser obviado desde la perspectiva de la imagen empresarial y desde la transformación de figuras y procesos históricos en mercancías.

Foto real de lo que fue esa noche en Miami.

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