Indolencia

Nuestra Cruzada

Desde el año 1990, cuando Chile se suscribió a la Convención sobre los derechos del niño y de la niña, está contemplado el resguardo del bienestar de este grupo. Sin embargo, ya sabemos la vulneración que muches niñes viven en estos momentos en centros del Sename que, más que resguardar su integridad, sirven solo como moneda de cambio para la creación de varios Organismos Colaboradores Sename (OCAS). Porque si la policía llega de lleno a atacar a menores de edad, es porque no existe el resguardo que dicen velar.

Con los hechos acontecidos en Talcahuano, se termina por reafirmar esta situación: no hay políticas de cuidados ni de reparación a niñes en situación de vulneración de derechos. La fuerza policial actúa de la misma manera dolosa que con un mayor de edad, con el agravante de que tienen el conocimiento ex ante de que se trata de menores de edad. 

Más allá de lo grave que resulta, es algo ya bastante común en la institución y eso es lo preocupante, debido a que con la remoción de Rozas no se vislumbra un gran cambio del accionar de la policía. No se ven mejoras más allá del cambio de un mando a otro. Se necesita una reestructuración profunda en toda la institucionalidad de Carabineros. También se espera que, con la transformación del Sename, estos hechos puedan ser manejados de mejor manera y no existan acontecimientos gravísimos como el de hace unos días. 

Por un lado, Carabineros debe revisar, más allá del protocolo de acción, su visión de DD.HH., la que no solo se ha visto aún más dañada desde el 18 de octubre, sino que pareciera que cualquier ciudadano, sea menor o mayor de edad, es visto como un enemigo. Eso, finalmente, significa la remoción de todo vestigio de pinochetismo instaurado en ella. Como Diamela Eltit ha dicho, necesitamos despinochetizar a las fuerzas armadas para que estas actúen como resguardo a la ciudadanía y no que ésta sea vista como una enemiga. De no hacerse dichos cambios, seguiremos viendo estas escenas. 

Para la institucionalidad de Sename, el tema reparatorio tiene que ser integral. La deficiencia de la institución se ve todos los días tanto en los centros directamente controlados por el Estado como, e incluso más, en los OCAS, con la falta de mobiliario, de herramientas pedagógicas, entre otros, y todo aquello se ve reflejado en situaciones como la que aconteció, en donde las medidas de contención no sirvieron de nada. Vemos, como resultado de esto, el que haya menores de edad baleados por un procedimiento que, a todas vistas, vulnera todos los derechos de les niñes.

Veremos en los próximos días declaraciones que dirán que los disparos fueron ajustados a la ley. ¿De qué nos están hablando? Si aquí, Carabineros jamás ha protegido a las primeras personas a las que hay que resguardar. Y siguen pagando los platos rotos de un Estado y un gobierno indolente.

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