Roberto Rabi, escritor: “La literatura permite sacar al fútbol de su estereotipo: correr tras una pelota como ejercicio”

Foto por Rodrigo Fernández.

Roberto Rabi es abogado y escritor, “pero, en rigor, nunca di un paso desde las leyes hacia la literatura, porque comencé a escribir relatos mucho antes de comenzar a estudiar derecho”, aclara. Es hincha de Universidad de Chile y, además, colaborador de la Asamblea Hinchas Azules, organización de hinchas de aquel equipo que busca recuperar al club de manos de la sociedad anónima para devolverlo a sus legítimos dueños: sus hinchas. Entre sus escritos publicados se encuentran los libros “Santiaguinos” (2015), “Malparidos” (2016), “Cuentos en tinta azul” (2018) y uno de sus proyectos más grandes: el libro “Toda la historia de la U”, realizado en coautoría con Gustavo Villafranca. Y hoy está preparando el lanzamiento de “Tiempos de superclásicos”.

¿De qué se trata “Tiempos de superclásicos”?

Después de escribir algunos libros de cuentos, pensé en que sería una idea interesante referirse a varios clásicos entre Colo-Colo y Universidad de Chile considerando la realidad de cada época y mostrando distintos puntos de vista. Contacté a algunos escritores que son hinchas o seguidores de Colo-Colo, pues la idea original era hacer un libro en el que los puntos de vista estuvieran distinguidos según el autor y así contener relatos que reflejaran la visión de un hincha de Colo-Colo y de un hincha de la U. Sin embargo, tuvimos dificultades porque a las editoriales no les interesó el proyecto, entonces el libro actual es uno en el que comienzo con mis cuentos sobre el punto de vista de la U y entrego la iniciativa a quien quiera continuar haciendo los relatos de los clásicos que estime pertinente, pero desde la perspectiva de Colo-Colo. Ahora, en cada una de estas historias de ficción, lo central es mostrar, con datos fidedignos, los contextos históricos y sociales de cada uno de los clásicos que se muestran y en general ser fiel, por lo menos desde este punto de vista, a lo realmente ocurrido, pero sin olvidar los sentimientos que hay detrás de los protagonistas de historias de ficción.

¿Qué es lo que te llevó comenzar a escribir sobre el fútbol?

Sobre todo la emotividad que hay detrás de la experiencia de compartir en grupo la pasión por un equipo. Ir al estadio, juntarse a socializar y conversar, hacer un asado, escuchar un partido, ver el partido, son todas experiencias que nos sacan del individualismo y nos llevan al sentido comunitario que tiene el seguir a un determinado equipo. Eso tiene un valor enorme y en nuestra sociedad no se ha visto en toda su amplitud. Creo que vale la pena rescatarlo y difundirlo a través de diversas formas culturales: fotografía, pintura, dibujo y también, como en este caso, la literatura.

¿Por qué consideras que es importante escribir sobre fútbol?

Escribir sobre fútbol es valioso, en primer lugar, obviamente, para quien escribe, pues te permite un canal de comunicación que saca del aislamiento. En segundo lugar, es valioso para quienes pueden leer e informarse, así como también para poder llegar a un mundo que puede ser de imaginación o también de datos más precisos, dependiendo de si estamos hablando de ficción o no ficción. Permite, también, sacar al mundo del fútbol del estereotipo de un conjunto de personas que corren tras una pelota sin más valor que el de ejercicio físico. Permite valorizar la cultura que hay detrás y mostrarla como es, en lo bueno y también en lo malo. Te permite, desde esa perspectiva, hacerle un bien al fútbol mismo.

¿Cuál crees que es la percepción del mundo de las letras a los relatos populares y de fútbol?

El mundo de las letras hace tiempo que dejó de despreciar masivamente al fútbol. Albert Camus nos mostró todo lo que el fútbol le había enseñado, y aunque Umberto Eco lo despreció, hoy muchos nos han mostrado el valor de escribir, en cualquier género, sobre el fútbol. Desde que Kapuscinski nos entregó “La guerra del fútbol”, una crónica imprescindible sobre el tema, ha pasado mucha agua bajo el puente. “Fever pitch”, por ejemplo, de Nick Hornby, es de 1992: un libro maravilloso que nos muestra como un seguidor explora los distintos vericuetos de su hinchismo por el Arsenal. En Argentina, el “Negro” Fontanarrosa, Osvaldo Soriano o Sacheri, quienes escriben preferentemente sobre fútbol, son venerados no solo como hinchas, sino como escritores. En Chile, desde hace un par de años nos estamos poniendo al día. Y creo que este “ponerse al día” responde a temporalidades. Sin duda, la literatura universal no se había desarrollado mucho en materia de fútbol antes de la dictadura en Chile. Y la dictadura importó un período de oscurantismo de 16 años en el que difícilmente algo podía florecer en materia cultural, menos desde una óptica tan específica como la del fútbol. Por lo mismo, solo después del retorno a la democracia, comenzamos a ponernos al día y, en ese contexto, las primeras expresiones se comienzan a dar en este milenio, pero de ahí en adelante nos hemos puesto al día con cierta propiedad. Pertenezco al Colectivo de Escritores Deportivos Independientes y puedo contar que en Chile se han escrito cosas muy interesantes. Felipe Risco Cataldo, José Lizana y Víctor Hugo Ortega, entre otros, han abierto las puertas para que hoy muchos se animen a leer sin culpas sobre el tema y, por qué no, a escribir.

¿Y sobre mujeres escribiendo sobre fútbol? 

No puedo dejar de mencionar, antes de hablar de literatura futbolística, a las mujeres en el deporte en general. Hay muchas expresiones en un libro reciente, “Una forma de vida” número 3, que es un conjunto de crónicas en la que se trata el tema de las mujeres en los distintos deportes. En éste, escribieron Daniela Arce, Macarena Navias y Carolina Reyes Torres. Carolina Reyes es, además, integrante del colectivo de escritores independientes y es además doctora en Literatura. Puedo mencionar también, y más específicamente sobre fútbol a nivel hispanoamericano, el libro “Nueve mujeres que escriben sobre fútbol” que, si bien es español, nos acerca bastante hacia un fenómeno que se está ampliando. De hecho, en las versiones anteriores de “Una forma de vida” que estaban estrictamente centradas en el fútbol, tuvimos participación femenina. Recuerdo que en la primera versión, Jacqueline Santis escribió sobre Palestino y en la segunda versión, el segundo lugar de todos los relatos lo obtuvo Valeria Hidalgo Ruz. En ese sentido, en páginas web también hay mucha literatura de mujeres escribiendo sobre fútbol que, si bien es cierto, dada la cultura patriarcal predominante, no han tenido los medios para dar a conocer más masivamente lo que escriben, allí están y no me cabe duda de que es una cuestión de tiempo para que su literatura se masifique y podamos acceder a ella.

¿Pueden los escritos sobre fútbol y su entorno social cambiar la percepción que se tiene en general sobre este deporte?

Pueden hacerlo, pero creo que el rol de quienes escriben es, en primer lugar, tratar de generar material valioso, desde la perspectiva literaria y cultural, que ayude a mejorar la sociedad. Creo que el deporte es autosuficiente en mostrar una imagen que aparezca para la comunidad como algo digno de ser vivido como experiencia deportiva y cultural. El deporte, y el fútbol en especial, no necesitan de la literatura. La literatura lo puede ayudar, sin duda, a mostrarse fuera de aquellos sesgos y estereotipos que lo perjudican, pero el fútbol puede salir adelante por sí solo y la literatura, o los literatos, no deben estar pensando en cómo ayudar al fútbol. La literatura del fútbol debe estar pensando sobre todo en cómo puede mejorar por sí misma y en mostrar contenidos valiosos que nos ayuden a hacer más rica culturalmente a nuestra sociedad.

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