Nuestra Cruzada
La desigualdad educacional no es un tema nuevo, es un problema que siempre ha estado presente, principalmente, en las escuelas de bajos recursos. Las diferencias de calidad que entrega cada establecimiento escolar suelen depender de cuánto paga el o la apoderada del niñe, demostrando así el horrible sistema segregador que tenemos.
Estamos en medio de una pandemia mundial, la que ha producido el cierre de los colegios, dejando a muches niñes sin acceso a estudiar, pues ¿cómo podemos entregar una buena educación si les alumnes no tienen los suministros básicos en sus hogares?
En tiempos de COVID-19, las desigualdades en la educación se han hecho notar de distintas maneras. Les alumnes se han visto afectados al no tener acceso a sus clases debido a la falta de recursos como computadores o internet.
Por otra parte, la escasa ayuda psicológica hacia les niñes y adolescentes acentúa este complejo escenario, cuando la salud mental es más que necesaria tras el cambio drástico que están teniendo. Esto se refleja en su aprendizaje, debido a los diversos problemas emocionales que conlleva el estar solamente en casa.
Es difícil entregar una buena educación a distancia cuando no todes les alumnes tienen acceso a un computador propio o internet que les asegure una buena conexión. Tampoco ayudan las diferentes situaciones económicas que tienen en sus hogares, tras el aumento de la cesantía y la baja de sueldos.
Estando en pandemia o no, las desigualdades existen y es importante que se logren solucionar los diferentes problemas presentes, junto con las falsas reformas que crea el gobierno. Todes les niñes deben acceder a una educación de calidad donde no importe su nivel socioeconómico ni su lugar de residencia, especialmente en los últimos meses, donde miles no están accediendo a una buena educación por no tener las herramientas necesarias o un espacio para poder realizar sus clases y tareas.
Revista Obdulio 