
Nuestra Cruzada
Hace una semana, la ministra del Deporte, Cecilia Pérez (nadie sabe qué hace en la cartera, pero eso no va al caso), anunció la tan esperada vuelta al fútbol nada más ni nada menos que en julio, es decir, en el que se espera sea el momento más crítico de la pandemia.
¿A qué está jugando el gobierno de Sebastián Piñera? ¿Por qué la desesperación por volver a la normalidad cuando claramente no se puede? En el último tiempo hemos visto cómo cambian métodos para manipular los datos, cómo se prepara la vuelta a clases y ahora salen con que el retorno del fútbol es en poco más de un mes.
Todo tan descabellado como irresponsable.
Las cifras que entrega a diario Jaime Mañalich son alarmantes, el número de contagiados se dispara sin control, los hospitales no dan más de colapsados, la gente pasa hambre y es evidente que no hay ninguna mejoría relacionada a la pandemia. Pero a las autoridades solo les importa mostrar que hacen las cosas correctamente. ¿Por qué no intentan hacerlas bien en vez de simular para intentar mantener una buena imagen internacional? A este gobierno le importa más la reputación de su mandato que la vida de la ciudadanía.Y de esta forma, una vez más, el gobierno muestra que la economía se pone sobre la vida de todos y todas. ¿Cuántos muertxs más necesita Piñera para frenar este circo?