
Hace más de 10 años que las Sociedades Anónimas Deportivas se instalaron en el fútbol chileno. Lo hicieron tras un intenso lobby político, procesos dudosos de quiebra y la instauración de un discurso público que implicaba un manejo “profesional” y una futura prosperidad económica del fútbol chileno. El terreno a disputar para la recuperación de los clubes tiene, entonces, dos frentes. El primero es el ideológico, con la venta de propiedad social y cultura popular -los clubes- y su captura por los grupos económicos para ser un negocio más. El segundo se relaciona con las falsas promesas de prosperidad y buena gestión, las que vemos que en Chile se caen a pedazos. Ambos frentes no se combaten por separado, sino que se entrelazan en una lucha constante y que concierne a distintos entes participantes. Y eso lo sabe muy bien el Movimiento 15 de agosto, organización ligada a hinchas de Santiago Wanderers que lleva años combatiendo a la sociedad anónima del equipo porteño. De ellos recogemos los siguientes análisis numéricos y económicos en los que queda claro que la promesa de una sociedad anónima con buena gestión económica era vacía.
Cuando los socios y socias de distintos clubes decidieron ceder la propiedad y/o administración de éstos a Sociedades Anónimas conformadas por grandes capitalistas nacionales, lo hicieron confiando en la promesa de un esplendor económico para dichos clubes.
“¡Son empresarios exitosos, saben cómo administrar y gestionar de forma económica eficiente!” y “¡Como buscan el lucro, entonces invertirán en los clubes para obtener rédito económico y eso nos beneficiará a todos, incluyendo a hinchas!”, eran los argumentos que se daban en aquella época.
El gráfico que hemos preparado demuestra que aquello nunca fue verdad. Se trata de las pérdidas acumuladas por los clubes hasta el año 2017, es decir, antes de la operación por el CDF. En esta operación, el grupo Turner desembolsó una cifra gigantesca que significó una entrada de dinero fresco y que no volverá a repetirse en muchísimo tiempo.
Hemos decidido tomar esa fecha, pues refleja lo que las instituciones del fútbol profesional chileno normalmente ganan o pierden.
Breve explicación metodológica
Los datos se encuentran tomados de las memorias anuales presentadas por cada institución ante la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), considerándose solo aquellos clubes que no tengan más de tres periodos sin declarar. Esto quiere decir que hay varias instituciones que han sido consideradas para efectos de esta presentación, pero que, siguiendo la tendencia general a los números rojos, podrían sumar más pérdidas de las que aparecen en la imagen.
Por otro lado, este criterio deja fuera a Barnechea, que hasta esa fecha no había presentado jamás una memoria, y a San Marcos de Arica, que hasta el 2017 había declarado sólo 3 periodos, acumulando una pérdida de $1.350.212.000. Por eso es que los huaicocheros y bravos no aparecen en el gráfico. Algo similar ocurre con Deportes Melipilla, cuya SADP ha sido sumamente irregular para declarar sus resultados ante la SVS. Tampoco aparece Huachipato, pues, tras el 2014, fecha en que los de la usina pasaron a ser SADP, no presentaron memorias anuales hasta el 2018.
Se ha hecho, sin embargo, una sola excepción: Magallanes. Los del Manojito de Claveles fueron los primeros en ser S.A., incluso antes de la entrada en vigencia de la Ley 20.019, y aún así comenzaron a presentar memorias solo de 2011 en adelante. Se incorporó porque incluso así la pérdida es grotesca, pensando en todos los periodos que no declararon.
Deportes Antofagasta ha sido dejado fuera del gráfico por ser la única institución que presentaba ganancias hasta esa fecha.
Finalmente, los datos han sido tomados desde el momento en que los clubes decidieron transformarse en SADP, concesionar o ceder su rama fútbol profesional a una SADP, o bien definieron seguir siendo Corporaciones con Fondo del Deporte. Debe notarse que solo quedan cuatro como tal: Cobresal, Curicó Unido, Universidad de Concepción y Deportes Puerto Montt, y que tres de ellas son los clubes con menos pérdidas acumuladas en ese periodo.
El ránking de pérdidas:
1.- Audax Italiano: $9.778.705.000
2.- Everton: $7.441.085.000
3.- Santiago Wanderers: $6.821.786.000
4.- Universidad de Chile: $6.304.336.000
5.- Palestino: $6.268.536.000
6.- Universidad Católica: $5.704.419.000
7.- O’Higgins: $5.355.076.000
8.- Colo Colo: $5.012.214.000
9.- Cobreloa: $4.099.440.000
10.- Coquimbo Unido: $3.893.040.000
11.- Santiago Morning: $2.682.652.000
12.- Magallanes: $2.507.922.000
13.- Deportes Copiapó: $2.037.368.000
14.- Ñublense: $2.007.757.000
15.- Deportes Iquique: $1.449.407.000
16.- Deportes La Serena: $1.349.249.000
17.- San Luis de Quillota: $1.325.804.000
18.- Universidad de Concepción: $1.315.628.000
19.- Rangers: $944.796.000
20.- Unión San Felipe: $898.969.000
21.- Deportes Temuco: $889.110.000
22.- Unión Española: $880.697.000
23.- Unión La Calera: $610.143.000
24.- Iberia Biobío: $481.838.000
25.- Deportes Valdivia: $362.518.000
26.- Deportes Puerto Montt: $350.251.000
27.- Curicó Unido: $287.568.000
28.- Cobresal: $155.761.000
Las investigaciones que ha realizado el Movimiento 15 de agosto tienen una segunda parte en la que se analizan los estados financieros de Santiago Wanderers. Esta organización social ha sido parte relevante del movimiento porteño que busca la recuperación del club a sus socios, socias e hinchas y, con los datos presentados a continuación, buscan sentar bases que rompan el mito de que la gestión empresarial es necesariamente mejor que la popular.
El pasado 30 de abril, la Sociedad Anónima que tiene la concesión de la rama de fútbol profesional de Santiago Wanderers presentó su memoria anual ante la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), la que ya se encuentra disponible en el sitio de este organismo.
Como pueden ver, los estados de resultados (página 60 de la memoria) vuelven a ser espantosos, arrojando pérdidas de $1.427.141.000 (mil cuatrocientos veintisiete millones ciento cuarenta y un mil pesos), lo que entrega un total de pérdidas acumuladas de la empresa de casi $10.000.000.000 (diez mil millones de pesos) en estos 12 años de gestión.
Los paupérrimos resultados habían sido disimulados durante el periodo 2018 por el ingreso proveniente de la operación CDF-Turner. Como se observa en el rectángulo verde de la imagen 2, pese a que el dinero ingresado por este concepto fue de $2.049.340.000 (dos mil cuarenta y nueve millones trescientos cuarenta mil pesos), las ganancias de ese periodo sólo fueron de $189.801.000 (ciento ochenta y nueve millones ochocientos un mil pesos). ¡Sin esa inyección de recursos, que en nada dependió de la gestión de la SADP, las pérdidas de 2018 habrían sido de alrededor de $1.800.000.000 (mil ochocientos millones de pesos)!
¿Esa es la empresa que buscaban traspasar a lxs socixs por medio de la cesión de acciones? ¿Esa es la administración profesional y eficiente de la que se jactaban?
Un detalle: que pierda la empresa (Santiago Wanderers SADP) no quiere decir que necesariamente pierda su accionista mayoritario.
Para una mejor comprensión del tema, presentamos dos gráficos ilustrativos de la situación económica de la empresa que preside Rafael González Camus, los cuales muestran las pérdidas por año y las pérdidas acumuladas. Tras cada imagen dejamos la descripción pertinente.
Nótese que la pérdida total acumulada en los 12 años de SADP es de exactamente $8.839.945.000 (ocho mil ochocientos treinta y nueve millones novecientos cuarenta y cinco mil pesos). Un verdadero desastre por donde se le mire.
Volvemos a preguntarnos:
¿Esta es la empresa cuyas acciones estaban cediendo gratuitamente?
¿Cuál es la administración profesional que prometieron por allá por el 2007?
¿Qué justifica que sea esta empresa la que se siga haciendo cargo de la rama fútbol profesional en vez de los socios y socias?
La invitación es a reflexionar respecto a si es posible que entre socias, socios e hinchas existan las capacidades para hacer algo mejor que esto.
Representa los resultados de cada período desde la llegada de la SADP el 2008 hasta 2019. Nótese que sólo dos períodos dejaron ganancias: 2013, por las ventas de Muñoz, Mena y Ubilla; y 2018, tras la operación CDF-Turner. Ninguna de estas implicó gestión en pos de generar recursos.
Por otro lado, existió una tendencia a repuntar económicamente, disminuyendo las pérdidas por año, durante el período en que Miguel Bejide ejerció la vicepresidencia ejecutiva de la SADP imponiendo su política de austeridad que, entre otras cuestiones, derivó en el descenso.
La administración de González Camus ha conseguido durante 2019 regresar a los niveles de déficit de 2014 y 2015, época en que se registraron las mayores pérdidas.
El gráfico 4 muestra las pérdidas acumuladas durante toda la «era SADP», en franca caída libre hasta llegar a la escalofriante cifra de $8.839.945.000 (ocho mil ochocientos treinta y nueve millones novecientos cuarenta y cinco mil pesos).
La línea punteada representa la tendencia. Como se puede apreciar, se siguen proyectando pérdidas para el futuro.