Nunca más sin nosotras: una noche de feminismo y valentía en el festival de Viña

Nuestra Cruzada

No imaginamos que este texto hablaría sobre un festival que, pensamos, no debió llevarse a cabo, pero creemos que hablamos por muchas cuando decimos que se nos pararon los pelos con las cuecas de mujeres cantoras que presentó Mon Laferte; o con el orgullo de un público que coreó “Un violador en tu camino” de Las Tesis, reluciendo los pañuelos verdes que reclaman aborto libre y que sobrevivieron a la censura de la entrada a la Quinta Vergara.

Esa noche no solo leímos en la chaqueta de Fran Valenzuela que el “feminismo es revolución”, sino que también lo vimos en cada una de las presentaciones de las tres chilenas que nos mostraron un talento enorme y una valentía admirable.

El festival tuvo varios puntos potentes. Al parecer “arreglaron” el audio del público que fuerte y claro cantó contra Piñera, la policía y el Estado represivo. Mon Laferte hizo una pausa en su presentación, en la que abiertamente expresó el miedo de dar su opinión, pero de todas formas y, en un acto de valentía, denunció las violaciones a los Derechos Humanos y el actuar de Carabineros, a lo que el público le respondió con un “no estás sola”.

Más tarde, Mon apareció con decenas de mujeres en el escenario y juntas entonaron cuecas también escritas por mujeres. El canto de todas al unísono fue una muestra de feminismo, sororidad y talento que nos emocionó y llenó el pecho de admiración.

Javiera Contador nos habló de “juguetes y amores que no tienen género”, Fran Valenzuela abrió su presentación cantándole a los poderosos con una chaqueta con consignas alusivas al feminismo y el estallido social. Y todo esto es un resumen, porque fue una noche cargada de un mensaje social, feminista y combativo.

Las tres artistas se llevaron todos los premios y la ovación del público, demostrando que los escenarios no son solo de los hombres. Ojalá el éxito de la segunda noche del festival abra la puerta a que veamos más mujeres en este tipo de espectáculos.

Lo que vimos la noche del martes en Viña es el reflejo del Chile que queremos: mujeres unidas y fuertes por un país más digno, por paridad, por una nueva Constitución y contra el patriarcado que va a caer.