
Isaac Maldonado – Asamblea Hinchas Azules V Región
Desde hace más de 50 días hemos estado viviendo en todos los rincones del país un proceso que los medios de comunicación se han esforzado en llamar “estallido social”. Esta suerte de explosión súbita ha puesto en escena la importancia de la inclusión de voces que fueron sistemáticamente excluidas de la construcción política y social del Chile que queremos. La percepción de la ciudadanía en este tema es totalmente negativa y prueba de ello es el apabullante 4,6% de aprobación con la que cuenta Sebastián Piñera, un número muchísimo menor que las cifras de dos dígitos que fueron utilizadas como argumentos para desestabilizar gobiernos anteriores como los de Bachelet en los 2000 o de Allende en la década del 70’.
Las demandas de la gente son claras y no se acotan sólo a la participación social: sueldos dignos, pensiones dignas, salud digna, educación digna, entre otras. La palabra que más se repite es dignidad y no es una casualidad. La vida en Chile cada día se vuelve menos digna: la participación social disminuye, la aprobación de las instituciones políticas se reduce. Y el fútbol, como fiel reflejo de la sociedad –como lo diría Galeano en su libro “El fútbol a sol y sombra”-, no es ajeno a este desprestigio.
La Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) deja sin ascenso a equipos que luego decide ascender, aunque sin acceder a la repartición de dinero que legalmente les corresponde; da por terminados partidos que claramente debieron ser anulados por invasión de hinchas; decide no descender a equipos que, por méritos deportivos, debieron haberlo hecho. Un sinfín de malas decisiones que podrían copar esta columna y varias más, pero nuestro foco es la igualmente nefasta administración de Azul Azul Sociedad Anónima.
Esta administración privada de nuestra amada Universidad de Chile ha dejado más decepciones que ilusiones, más sombras que luces, más deudas que ganancias. Aun cuando estuvieron presentes en el mejor momento deportivo y económico de los últimos 30 años para nuestro club, nunca supieron o pudieron capitalizar esto en una mejoría de la estructura de las divisiones inferiores –las que al parecer son un verdadero cacho para quien sólo busca que el resultado entre suma/resta siempre otorgue números azules-. Tampoco en la materialización de infraestructura propia que sirva para proyectar la institución a futuro –y no el Centro Deportivo Azul, propiedad de Azul Azul y no del club Universidad de Chile-. Realmente nos quedamos cortos en analizar fracasos institucionales y económicos. Pero no olvidemos tampoco que las causas de este “estallido social” no son ajenas a nuestra realidad Azul: no tenemos participación social real e incluyente en las decisiones de nuestro club, solo somos un poco de plata al que cariñosamente llaman “abono”.
Pero dentro de todo este escenario negativo aparece una pequeña luz de esperanza: el sobreseimiento de la quiebra de la CORFUCH, la única organización existente consagrada para la participación de la y el hincha azul. Es en este proceso que, como Asamblea de Hinchas Azules, creemos en la necesidad de construir un mejor futuro para el país, para toda su gente independiente de sus colores, pero también para nuestro club, para nuestros propios colores, para la hinchada que no sólo se encuentra en la Región Metropolitana y que repleta los estadios en donde el equipo juegue de visita. Aclaro que esta CORFUCH es una luz de esperanza, pero no la esperanza consagrada en sí misma, ya que, por más que exista la Corporación, somos nosotras y nosotros los llamados a ocuparla, a residir en su interior, a transformarla en una organización mejor y acorde a los tiempos actuales. Que modernice el actuar de una sociedad anónima apatronada, transformándose no solo en el canal de opinión por excelencia, sino en la vía de decisión, en donde lo relevante sea el espíritu de nuestras opiniones y no la cantidad de acciones que se posean.
Este proceso, al que cariñosamente le llamo nuestro Proceso Constituyente Azul, se realizará no sólo en la Región Metropolitana, sino en varias otras comunas a lo largo y ancho de nuestro país. Particularmente acá, en la Región de Valparaíso, estará distribuido en V Región Costa y V Región Cordillera, buscando la inclusión y participación de todas y todos los miembros que se sientan llamados a formar parte de este proceso, sean hinchas, barristas, aficionados o ex socios CORFUCH. Su primera sesión se realizará el día sábado 14 de diciembre de 2019 en Puente Alto desde las 10:30AM.
Pero no solo es necesario levantar un proceso constituyente de nuestro club, también es importante llenar los espacios de participación -ocupar los ya disponibles actualmente-, además de darle sentido y significado a una Corporación como la CORFUCH, organización creada durante la dictadura militar para administrar la rama deportiva de fútbol masculino de la Universidad de Chile. Su creación coincidió con el desmejoramiento generalizado y sistemático de las instituciones educacionales de nuestro país, la crisis de la Universidad Pública en los años 80’. No solo necesitamos generar un proceso de construcción hacia adelante que nos entregue objetivos y horizontes de cómo pensamos e imaginamos nuestro club, también es necesario (re)pensar nuestros cimientos, nuestros fundamentos y cómo hemos llegado hasta este punto, cómo nos han excluido de las decisiones, cómo nos han puesto decretos de derechos de admisión por reclamar lo que creemos justo, cómo nos han subido los precios por un espectáculo paupérrimo (que nos dejó en puestos de descenso en un torneo en el que no descendió nadie). En este proceso es necesario cuestionarnos todo.
No podemos estar ajenos a la realidad que el “estallido social” nos ha planteado, la necesidad urgente de cambiar las estructuras dictatoriales que nos rigen al día de hoy. Esos cambios no deben venir escritos desde arriba, tampoco deben ser propuestos por la clase política –que también se encuentra invalidada según las mismas encuestas que le otorgan un 4% de probación al Presidente-, sino que deben ser propuestos por la gente. Se necesita un cambio urgente, pero no cualquier cambio: uno que haga sentido a la postergada clase ignorada de nuestro país. Y esto se repite con nuestros colores, se necesita un cambio de administración urgente, pero no cualquier cambio, no buscamos ni queremos la llegada de un inversor extranjero –estaríamos cambiando un patrón de fundo por otro- a quien entregarle las llaves del club a cambio de una inyección de dinero. Ese modelo no resultó, los resultados están a la vista.
Si quieres participar del proceso constituyente azul, si quieres que este proceso pase por tu comuna o tu región, no dudes en contactarnos: nuestro FB: Asamblea de Hinchas Azules, nuestro IG: @asambleazules y nuestro TW: @asambleazules. ¡Participa! Nuestro momento es ahora, y, más que nunca, VOLVEREMOS A SER CLUB.