
Nuestra Cruzada
Tenía 18 años cuando el test marcó las dos líneas que indicaban que efectivamente estaba embarazada. “¿Qué voy a hacer ahora?”. Supongo que varias nos hemos hecho esa pregunta. Y es que la respuesta debería ser más fácil, pero en este país es un asunto de vida o muerte.
Nunca quise quedar embarazada. Primer año de universidad, llevaba un par de meses apenas con mi pareja y tenía la situación económica de alguien de 18 años. En resumen, todo en contra. Por lo mismo, nunca tuve relaciones sin protección, pero como saben, la protección no es 100% efectiva.
Lo único cierto era que el condón se había roto y estaba embarazada. Otra certeza: no podía tener un hijo/a. ¿Por qué? Por el simple hecho de que no quería ser mamá, no así, no sin planearlo, pero eso está mal visto porque no sé a qué imbécil se le ocurrió que nuestra obligación como mujer es la maternidad.
¿En qué país horrible vivimos que nos obligan a parir o, en el caso de no quererlo, nos exponen a abortar en condiciones que pueden causarnos la muerte? Disculpen, pero el término provida para referirse a gente que no tiene ningún problema con las mujeres que mueren por abortos clandestinos es un chiste.
Porque estar a favor de la vida significaría estar a favor de otorgarle condiciones óptimas a una mujer para que aborte de manera segura y gratuita. No como hemos tenido que hacerlo tantas, a escondidas, muertas del miedo, sin saber qué pasará en las próximas horas.
¡Tuve que meter pastillas por mi vagina y no tenía idea de lo que estaba haciendo! Nadie puede estar a favor de algo así. Es urgente que podamos acceder a condiciones que nos garanticen una vida justa, digna y libre.
El aborto es un derecho y debe consagrarse como tal. Debe ser un acto libre en el que podamos decidir sobre nuestro cuerpo. Del mismo modo, debemos tener acceso a una educación sexual y anticonceptiva que no se limite a la reproducción.
Porque, ¿en serio tenemos que explicarles que hubiésemos preferido tener más información antes que abortar? El aborto no es algo que alguien busque o quiera, es simplemente un derecho que todas debiésemos poder tener.
Queremos elegir y queremos sobrevivir. Por lo tanto, combatamos la maternidad obligada y acabemos con las imposiciones patriarcales. Aborto libre, seguro y gratuito para todas. Porque no bastan 3 causales.