
Roberto Rabi González (*)
Asamblea de Hinchas Azules
Justamente cuando el fútbol de la Universidad de Chile pasa por un desastroso momento organizacional y deportivo, es cuando más adecuado resulta poner atención a las cuestiones trascendentes del ser azul, aquellas que le dan sentido a la existencia de la institución. Son hoy muchos los equipos de fútbol profesional que no tienen la más mínima intención de mirar sus raíces, su historia -aquello que representan y a lo que deberían ser fieles- y se conforman con subsistir. Suele identificarse este fenómeno como “desarraigo de los valores institucionales”.
El entorno social y económico del Chile neoliberal que vivimos no genera incentivos para otra cosa. Así, podemos llegar a espectáculos tan penosos como un desabrido empate entre Lota Schwager y Lota Schwager en la “Tercera B”. O un Club con marcadas raíces locales, como Deportes Concepción, que administrado por una sociedad regida por un marco jurídico en que todo lo que importa es el orden y el éxito, termina en el caos y debiendo comenzar todo nuevamente. Desde los infiernos.
No queremos eso para la U. de Chile. Más que preocuparnos por si descendemos o no, si tal o cual entrenador es o no apto para estar a cargo; deberíamos aprovechar la crisis para revisar nuestra mirada volviendo a nuestras raíces: a la esencia azul: laica, inclusiva y transversal; de modo tal que el juego en la cancha debería sea fiel reflejo de tales valores. Así, en momentos en que el equipo busca y busca una fórmula táctica, no es banal recordar que tales principios reflejaron estilos de juego de predominio colectivo, como el ballet azul, la “U” del 94 – 95 y la del 2011. También nos caracteriza la fidelidad a nuestros colores, a nuestra gente, no como un discurso vacío, sino como preocupación concreta de quienes somos parte de este fenómeno por cada ser humano que forma parte del engranaje. Así, disculpen la insistencia, el Ballet Azul llegó a ser tal obra de arte, por un plan centrado en el desarrollo integral de los jóvenes de nuestras divisiones menores, basado en pilares fuertes asumidos con convicción: en el rol social de la Universidad al servicio de la manera como se expresaban en aquella época necesidades como la alimentación y la educación; todo a cargo de personajes señeros de nuestra historia como el doctor Víctor Sierra y la asistente social Fresia Rubilar. Ese compromiso inquebrantable va más allá, por cierto, de cantar “aunque no ganemos en la cancha, esta hinchada no te dejará”, lo que si bien es muy cierto, es solo una arista. “No abandonar”, no es sinónimo de no criticar, se puede y debe y hacer con el cariño, respeto y responsabilidad que corresponde. Precisamente porque no queremos despreciar lo que somos. Así como gritar “que se vayan todos” no es más que una pachotada dañina, en la medida que puede alcanzar a quienes sostienen un compromiso férreo, todos los planteamientos tendientes a reforzar nuestros valores tradicionales son más necesarios que nunca.
En estos días, por ejemplo, la concesionaria que administra el Club, insistirá en la idea formalista y vacía de que la fecha de Aniversario de la «U» es el 24 de mayo de 1927; mientras la historia, los antecedentes, las fechas reconocidas por las anteriores administraciones y los registros de la ANFP y la ACF señalan que ese día NO nació la «U». EL 24 de mayo es una fecha para conmemorar y recordar como uno de tantos hitos del camino de crecimiento de la “U”; pero antes de ese día el fútbol de la “U” ya tenía presencia, mística y representaba en buena medida los valores a los que nos referimos: desde el 25 de marzo de 1911, fecha en que el Internado Football Club comienza formal y materialmente a acoger el fútbol de carácter universitario de la casa de estudios, con vocación social y competitiva. Desde ese momento y no otro, la “U” es la “U” que conocemos.

Hasta antes de la era Azul Azul jamás se celebró la fecha propuesta por la concesionaria. El gerente Eduardo Álamos reconoció en una no muy remota junta de accionistas que la fecha la decidieron hace algunos años. De hecho, en la conmemoración de los supuestos 90 años de la “U”, asociada al lanzamiento de un libro corporativo (de formato impecable pero carente de toda visión autocrítica, sin la más mínima intención de profundizar en el conocimiento de los hitos emblemáticos de nuestra historia ni de su significado social y, por cierto, vendido a un precio absolutamente prohibitivo) el periodista Danilo Díaz ratificó tal liviandad, señalando que tomaron la fecha de un recorte del diario El Mercurio.
Lo cierto es que el Club nació en 1911, el Círculo de Historiadores e investigadores de la «U» ha rescatado la fecha de 25 de Marzo de 1911, puesto que fue la que el mismo club Universidad de Chile inscribió al acceder al profesionalismo en 1938. Y no se trata de una cuestión de egos ni de priorizar unos papeles sobre otros, se trata de respetar la importancia de los valores en juego. Aún más, antes de 1911 existe historia relevante que nos permite entender por qué el Club llegó a ser lo que fue y ha sido desde entonces; distinto de Colo–Colo, la Universidad Católica, la Unión Española y Santiago Wanderers, no solo en los colores.
Dueño de una identidad que hoy queremos defender y rescatar.
(*) Roberto Rabi González, escritor, abogado de la Universidad de Chile; profesor y magister en Derecho Penal. Es director del IHE y Forma parte también del Colectivo de Escritores Deportivos Independientes. Es coautor de “Relatos Azules, algo más que fútbol” (2013) y autor de los libros de cuentos “Santiaguinos” (2015) “Malparidos” (2016) y «Cuentos en tinta azul» (2018) Su obra más extensa, en coautoría con Gustavo Villafranca, es “Toda la Historia de la U” (2017), texto de más de 800 páginas en que se revisa en su totalidad la historia del fútbol del cuadro estudiantil. Compilador de las tres antologías de relatos y crónicas deportivas “Una forma de vida” (2014, 2016 y 2019).
Me parece que todo es muy noble de su parte, pero trata de imponer una fecha,
Bajo su visión a sabiendas qué toda vía no se ponen de acuerdo los historiadores cual fue la fecha de fundación de nuestra gloriosa U. De Chile. Ami no me importa mucho, por qué el amor qué le tengo a los colores azules va más allá de una fecha.
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Gracias por tu comentario, Iván. Si, como mencionas, no existe una fecha de consenso, entonces que la concesionaria trate de imponer una es una señal de la desconexión de ésta con la historia del club y de sus hinchas. Saludos.
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Nuestro caso es complejo y la problemática principal (creo yo) es que somos un club producto de fusiones, divisiones y nuevas fusiones….el club náutico fue una parte, el club deportivo universitario fue otra parte, el internado fc fue otra parte y así con varias asociaciones. Por lo tanto, quizás la fecha más razonable es la primera vez que como club nos hacemos llamar Universidad de Chile ya que no se debe olvidar que incluso la universidad católica fue parte de todas estas asociaciones de clubes por las que pasamos. Todas las fusiones y divisiones tenían un contexto histórico y cada vez que existía algún proceso nuevo, era precisamente porque el proyecto era algo “fundacional”. Por eso para mi el 1911 no es la fecha de fundación, solo es un dato de la creación de un club que no tiene nada que ver con los pilares fundamentales de nuestra U.
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Hola Raúl! Más allá de la lógica discusión sobre la real fecha de fundación del club, creemos que la discusión es mejor centrarla en la forma en que los dirigentes intentan imponer una verdad y no consideran en ningún nivel la participación de las y los hinchas, así como los procesos históricos. Gracias por comentar 🙂
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