
La eficiencia en el manejo económico de los clubes por parte de las sociedades anónimas es una verdad que se ha impuesto como oficial, algo que nunca se ha cuestionado y es el argumento que siempre se pone sobre la mesa cuando se discute sobre si es realmente necesario que sean éstas las que controlen a los clubes. Pero son los hechos los que ponen en tela de juicio a este tipo de administraciones. Muchas concesionarias y administraciones privadas dan números rojos (los balances de Azul Azul en este sentido son elocuentes), e incluso se ha visto a equipos con valor de comunidad tan grande como Deportes Concepción estar en riesgo de la desaparición.
Ñublense es uno de los tantos clubes chilenos que, al no ser de la capital en un país tan centralista como Chile, muchas veces sus apariciones a nivel nacional quedan relegadas al compacto de goles semanal que aparece en los noticieros. No es de extrañar, entonces, que sus problemas dirigenciales sean poco conocidos fuera de Chillán. No obstante, dado que está dirigido por sociedades anónimas como la gran mayoría de los equipos chilenos, su hinchada sufre de los mismos errores y malos manejos que el resto de los equipos bajo este tipo de administraciones. En particular, hay una demanda interpuesta por el IPS (Instituto de Previsión Social) sobre la empresa directora por el no pago de cotizaciones a distintos empleados del club. El monto adeudado es mayor a 80 millones de pesos. En un momento en el que la crisis de pensiones está siendo cada vez más masiva, consideramos que este tipo de actitudes solo retrata la poca importancia que le tienen los empresarios y grandes capitales a la dignidad del trabajador.
Recogemos a continuación el comunicado de la agrupación Movimiento Autónomo Ñublensinos de Esfuerzo y Valor (MAÑEV), en el que critican a la sociedad anónima controladora por la falta de dignidad con la que tratan a sus trabajadores. Además, publicamos la carátula de la demanda contra Deportivo Ñublense S.A.D.P.

