Cuando decimos que las sociedades anónimas se apropian de los clubes para hacer riqueza, no hablamos en sentido figurado. Es literal. Adquieren el nombre e historia de dichas instituciones para vender camisetas, entradas, jugadores y derechos televisivos. Y todo aquello que no es parte de esta maquinaria económica es prescindible, un gasto recortable. Entre lo removible está, claramente, el aspecto social. No existen sedes ni se promueve diálogo. Las empresas, anteriormente clubes con vinculación al territorio, son máquinas de generar ingresos a sus controladores. Esto ni siquiera considera, necesariamente, resultados deportivos, proyectos formativos ni números azules para las ramas de fútbol, pues las pérdidas pueden ser utilizadas dentro de los conglomerados empresariales, como los préstamos entre compañías del mismo controlador (grupos Heller o Ibáñez, por ejemplo).
Ante esta situación, y gatillado por la eliminación ante Melgar de Perú en la Copa Libertadores, un conglomerado de organizaciones de hinchas de la Universidad de Chile emitieron un comunicado que realiza un diagnóstico similar. Ante esto, compartimos la solución propuesta por ellos: “la salida definitiva de todo el directorio de Azul Azul S.A. que hoy encabeza Carlos Heller. De la misma manera reiteramos el objetivo transversal de devolver la propiedad del Club a sus socios, socias e hinchas”.
Pueden leer el comunicado completo y todas las organizaciones convocantes en la siguiente imagen.
Revista Obdulio 